Papel

El Dáesh llama a combatir los actos de «extravío sexual»

Ataca a Occidente por destruir el tejido social y permitir los niños fuera del matrimonio

Miembros de la comunidad gay y simpatizantes, ayer en un acto de homenaje a las víctimas en Washington
Miembros de la comunidad gay y simpatizantes, ayer en un acto de homenaje a las víctimas en Washingtonlarazon

Ataca a Occidente por destruir el tejido social y permitir los niños fuera del matrimonio

El ataque contra los homosexuales por parte del Estado Islámico (EI), el Daesh, forma parte de la estrategia de presentar a los países occidentales como nidos de corrupción y de depravación sexual que hacen todo lo posible para evitar que se expanda la religión musulmana. Para los terroristas es la única verdadera, siempre y cuando se aplique con su interpretación rigorista, la «sharía».

Desde los primeros meses del año pasado, el Estado Islámico ha publicado la «ejecución» de supuestos homosexuales, a los que suben a la terraza del edificio más alto y los lanzan al vacío. Ya en el suelo, son lapidados. También se han repetido las informaciones que hablan de la persecución implacable contra ellos en las ciudades y territorios bajo su control en Siria e Irak. Allí, si logran salvar la vida, son sometidos a todo tipo de castigos y vejaciones, igual que los cristianos.

Los argumentos que emplean los yihadistas en sus publicaciones oficiales para cometer estos crímenes dejan claro, según expertos consultados por este periódico, que tratan de justificar los ataques contra los países occidentales, a los que hay que someter a toda costa, sin importar el método empleado. En su revista oficial, «Dabiq», publicaron, en febrero del año pasado, las fotografías de uno de estos asesinatos. «El Estado Islámico –afirmaban– llevó a cabo el castigo sobre un hombre declarado culpable de participar en sodomía. Fue llevado a la cima de un edificio y arrojado fuera». Asimismo, relataban otros castigos por lo que califican de «desvíos sexuales». «Una mujer fue lapidada después de haber sido declarada culpable», se supone que de adulterio. «En Wilayat [provincia] al- Khayr, por su parte, un hombre fue azotado como castigo disciplinario después de que se encontrara en su poder material pornográfico», informaban en otro texto. Los líderes «moralistas» del Daesh aseguran combatir de modo tan expeditivo el «advenimiento de la revolución sexual».

«Hace cinco décadas –agregan– Occidente se vio inmersa en una espiral descendente de la desviación sexual y la inmoralidad. Con ella llegó una gran cantidad de enfermedades de transmisión sexual». También les molesta que «la tasa de niños nacidos fuera del matrimonio» se haya disparado, y, según ellos, «la familia nuclear esté en camino de convertirse en una reliquia del pasado. En lugar de tomar atención a la destrucción de su tejido social y el cambio de su forma de vida, los infieles persistieron en su desafío», añaden.

En relación a esta «depravación», el Estado Islámico pasa a atacar también a los parlamentos que han legalizado lo que denominan «el matrimonio sodomita» y utilizan su sistema educativo «para corromper a los niños mediante la introducción de libros en el plan de estudios en los que se combate la homofobia». «En medio de esta afrenta generalizada a la disposición humana natural –agrega– el EI continúa siempre sus esfuerzos en contra de estos actos de extravío». El mensaje que lanzan es el de que ellos son los salvadores de una humanidad corrompida, lo que les permite cometer cualquier atrocidad.