Política

Francia

El Daesh pretende atentar contra los "Chalecos amarillos"para poner en evidencia al gobierno francés

Los yihadistas querrían transmitir a la opinión pública que el Gobierno galo se gasta dinero en combatirles

Manifestación de chalecos amarillos en París
Manifestación de chalecos amarillos en Paríslarazon

El Daesh, el Estado Islámico, planea ataques a las concentraciones de “chalecos amarillos” que cada fin de semana tienen lugar en Francia

El Daesh, el Estado Islámico, planea ataques a las concentraciones de “chalecos amarillos” que cada fin de semana tienen lugar en Francia, según repetidos mensajes difundidos por la banda yihadista y sus franquicias a través de las redes sociales.

Según expertos consultados por LA RAZÓN, puede parecer una contradicción que los terroristas pretendan atentar contra los integrantes de concentraciones que tienen como fin protestar contra un Gobierno que, en definitiva, es uno de sus peores enemigos para el Estado Islámico.

No es así. Al atacar a unas personas que en teoría son también “enemigos” del Ejecutivo galo, los yihadistas buscan, precisamente, crear una absoluta contradicción. El mensaje podría ser: los poderes públicos, que no atienden vuestras demandas sociales porque se gastan grandes cantidades de dinero en combatirnos, ni siquiera pueden protegeros con las Fuerzas de Seguridad que utilizan para reprimiros. El argumento es perverso, pero, como ya se ha demostrado en Francia, puede calar entre la población.

De hecho, entre los atentados de París de noviembre de 2015 (137 muertos y 415 heridos) y el de Niza, en julio del año siguiente, con un camión (86 muertos y 434 heridos), no habían pasado tantos meses. En el primero, las autoridades fueron aclamadas y arropadas; en el segundo, pitadas y abucheadas.

¿Qué había ocurrido entre medias?. Los yihadistas, con su poderoso aparato de propaganda, habían transmitido a la opinión pública que el Gobierno galo, implicado de lleno en la Coalición Internacional contra el Daesh, estaba gastando ingentes cantidades de dinero y esfuerzo humano con un resultado desalentador, ya que los terroristas parecían invencibles y atacaban por sorpresa, sin que las Fuerzas de Seguridad lo evitaran.

En los mensajes que se difunden en estos días, se llega a explicar dónde tienen que llevar los terroristas escondidos los cuchillos antes de llegar hasta las concentraciones de los “chalecos amarillos”.

De llegar a consumarse una acción criminal de este tipo, los efectos sobre la opinión pública, según las mismas fuentes, podrían ser demoledores y los yihadistas lo saben.