Estado Islámico

El EI intensificará sus ataques en Europa si cae Raqa

La Razón
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Aunque son pocos los que confían en el éxito de la nueva comunión entre EE UU y Rusia para coordinar ataques contra el Daesh en Siria, los yihadistas empiezan a sentirse acorralados en Raqa y su bastión iraquí de Mosul. Después de la operación militar turca «Escudo del Eúfrates» los yihadistas se han quedado sin toda comunicación con el exterior tras haber perdido sus posiciones a lo largo de la frontera del norte de Siria. El último reducto que le queda al Estado Islámico (EI) en Siria son las localidades de Maskanah, al-Tabqa y Raqa, que serán los objetivos de una ofensiva al final de este año aunque todavía no está definido qué fuerzas serán las que participen en la reconquista de la capital siria del EI. Desde esta zona conecta con sus baluartes iraquíes de al-Bukamal, Ba’ej, Tal Afar y Mosul, donde las fuerzas iraquíes y kurdas, apoyadas por ataques aéreos de la coalición liderada por Washington, llevan operaciones desde hace meses para poder acercarse a la ciudad conquistada por el EI en junio de 2014 y preparar el terreno para su reconquista con una ofensiva.

Los analistas creen que ante las perdidas en Siria e Irak, los yihadistas pretenden ganar la fuerza perdida en Arabia Saudí, Egipto, Libia y Túnez. Incluso, «si el califato cae, centenares —si no miles— de sus soldados regresarán a casa para continuar la lucha», opina Andrew Liepman, vicedirector del Centro Nacional Contraterrorista.

«Será un desafío especialmente para Jordania y Túnez, así como para Francia y EE UU», pronostica. «Además, los ataques no encajarán en ningún paradigma: algunos serán plantificados desde un centro, otros supondrán ciertos vínculos con el EI, mientras que también los habrá a cargo íntegramente de los islamistas locales», advierte el analista político. Los voluntarios que el EI empezó a reclutar, entrenar y enviar a Occidente hace más de dos años, conformaron unas redes clandestinas que han madurado con el tiempo. Esas redes son cada vez más propensas a contestar al llamamiento de intensificar los ataques a nivel global, al tiempo que el área controlada por el grupo en Oriente Medio se reduce.