El Ejército egipcio desmantela la cúpula de la Hermandad

La primera audiencia del juicio contra el líder supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, al que se acusa de incitar a asesinatos, tendrá lugar el próximo domingo 25 de agosto

EL CAIRO- El líder supremo de los Hermanos Musulmanes fue arrestado ayer de madrugada en El Cairo por las autoridades egipcias, en un gran golpe de efecto contra el grupo. Egipto se levantó con la imagen de Mohamed Badie, el «murshid» (guía), con profundas ojeras, visiblemente conmocionado y custodiado por agentes fuertemente armados. El Ministerio del Interior distribuyó un vídeo en el que se puede identificar claramente al hombre que desde 2010 dirigía la Hermandad y que era considerado el que realmente gobernaba el país cuando el grupo estaba en el poder. Por ello, en las manifestaciones en contra del depuesto presidente Mohamed Mursi coreaban muchas veces «abajo el gobierno del murshid».

Badie fue encontrado por la Policía, en la noche entre el lunes y el martes, escondido en una vivienda del barrio de Medinat Nasser, a poca distancia de la plaza de Rabaa al Adawiya, donde los islamistas estuvieron acampados hasta ser violentamente desalojados la semana pasada. Los líderes de los Hermanos Musulmanes que no habían sido arrestados aún tomaron refugio en ese campamento, protegidos por miles de seguidores, y en él permanecieron atrincherados durante semanas. Allí hizo su aparición estelar el propio Badie poco después de que las autoridades anunciaron su detención, tras el golpe de estado del 3 de julio, cuando comenzó la campaña de arrestos de las principales figuras de todos los grupos islamistas.

Desde el 10 de julio existía contra Badie una orden de detención por su implicación en los enfrentamientos que se produjeron el pasado 30 de junio en El Cairo, cuando se registraron las multitudinarias manifestaciones en contra del Gobierno de Mursi, y que dieron paso a su caída 72 horas después. Ahora el guía supremo tendrá que responder ante la Justicia por ésos y otros muchos cargos, como proveer de armas a las juventudes de los Hermanos, incitar a la violencia y amenazar la seguridad nacional.

Está previsto que Badie se sienta en el banquillo el próximo domingo, cuando también se reabrirá el juicio contra el ex presidente Hosni Mubarak, que tendrá que responder por la muerte de los manifestantes que fallecieron durante la revuelta popular que acabó con sus 30 años de dictadura en febrero de 2011. Ironías del destino, tanto Mubarak como Badie, así como otros dirigentes de la Hermandad recientemente detenidos, se encuentran en la prisión de Tora, a las afueras de El Cairo, donde también permanecen varios miembros del régimen del «faraón» desde su derrocamiento. Hoy, un tribunal egipcio estudiará una nueva petición para la puesta en libertad de Mubarak, que con toda probabilidad permanecerá todavía en prisión preventiva.

Los Hermanos Musulmanes quedan descabezados, con prácticamente toda su cúpula entre rejas, pero según el reglamento interno del grupo, el viceguía supremo es el que le sustituye cuando éste no puede desempeñar su cargo. Mahmud Ezzat ocuparía el puesto de Badie, él también perteneciente al ala más dura y cercano a Badie en sus posturas. La Hermandad publicó en su página web un comunicado en el que calificó el arresto de Badie de «ajuste de cuentas», mientras que el acusado negó por la tarde la larga lista de cargos que se le imputan –entre ellos recibir financiación del extranjero (Qatar) y espiar para terceros países– en su primera declaración ante los fiscales. Finalmente, su prisión provisional quedó establecida en 15 días.

Por su parte, la alianza de grupos islamistas creada en torno a los Hermanos Musulmanes tras el golpe llamó a la desobediencia civil, incluido el boicot a los medios de comunicación, que ayer explotaron la imagen de Badie como símbolo de la caída en desgracia de la Hermandad y de fortaleza del nuevo Gobierno, aplaudido por la gran mayoría de las fuerzas políticas y sociales del país. El arresto de Badie mereció la condena de la Casa Blanca, detención que consideró «motivada políticamente y una violación de los derechos humanos». Su portavoz Josh Earnest indicó que «no está en línea con los estándares que esperamos que otros gobiernos defiendan en términos de respeto a los derechos humanos», insistió.

Perfil / Mohamed Badie. Guía de los Hermanos

Un veterinario conservador

Mohamed Badie, líder espiritual de los Hermanos Musulmanes desde 2010, es un veterinario que forma parte del ala conservadora del grupo islámico y que ha ejercido un papel predominante en las decisiones políticas de la Hermandad. El «guía general» nació en 1943 en Mahala el Kubra, en el delta del Nilo, y es profesor universitario. Ha estado en la cárcel en varias ocasiones por su vinculación con grupos integristas. En 1994, Badie comenzó a ejercer como responsable de la sección de educación ideológica del grupo y en 1996 fue elegido miembro del Buró de Orientación de la Hermandad. En 2011 anunció la creación del Partido Libertad y Justicia, al que pertenece el derrocado presidente Mohamed Mursi. En su último discurso, dos días después del golpe de Estado, pidió a los seguidores de la Hermandad «sacrificar sus almas» por Mursi.

El Islam, la religión del Estado

El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, ya tiene en sus manos el borrador de la nueva Costitución, según el cual, en caso de aprobarse, quedarían prohibidos los partidos basados en ideologías religiosas, aunque el Islam seguiría siendo la religión del Estado. Después de un mes de deliberaciones, los diez miembros del comité encargado han finalizado la redacción del texto, con el que han modificado la Constitución de 2012, según ha informado el diario «Al Ahram». Ahora será discutida por una asamblea de 50 miembros donde deben estar representados los principales sectores de la sociedad. El comité técnico ha decidido mantener el artículo 2, que establece que el Islam es la religión del Estado, el árabe su idioma oficial y la «sharia» (ley islámica) la principal fuente de legislación. Sin embargo, ha revocado el artículo 219, que da varias interpretaciones de la «sharia». El comité también elimina el Consejo de la Shura, la Cámara Alta del Parlamento, y levanta la prohibición que impedía a los funcionarios de Mubarak presentarse a las elecciones.