El «enemigo número uno» de Maduro

Un país dividido, enfrentado en las calles, con un líder opositor dispuesto a inmolarse por la causa. Pese a que algunos compañeros de la oposición sugirieron que no se convocase la manifestación, Leopoldo López –el coordinador de Voluntad Popular en busca y captura acusado de haber organizado la manifestación estudiantil del 12 de febrero en la que murieron tres personas a manos de desconocidos–, decidió convocar una marcha hasta el Ministerio del Interior, donde se presentará y donde entregará un pliego de peticiones. Una jugada de estratega arriesgada, ya que podría haber nuevos enfrentamientos y un desenlace fatal del que el chavismo le culparía. El «enemigo número uno» del presidente Nicolás Maduro aprovecha la persecución emprendida por el Gobierno en su contra para convertirse en mártir y símbolo de esta revolución estudiantil. Es muy probable que la marcha de hoy marque un punto de inflexión de cara a nuevas protestas. «Yo no tengo nada que temer, no he cometido ningún delito, he sido un venezolano comprometido con nuestro país, con nuestro pueblo y con nuestro futuro. Si hay alguna decisión de ilegalmente meterme preso, pues allí estaré para asumir esa persecución y esa decisión infame por parte del Estado», afirmó López en un vídeo. El canciller venezolano, Elías Jaua, señaló ayer que en Venezuela no hay crisis, si no violencia «focalizada» de grupos, y dijo que ninguna de las 13 personas que siguen detenidas tras las recientes marchas está procesada por manifestarse.

Con la convocatoria de hoy, Leopoldo López, ex alcalde de Chacao, no sólo se levanta contra Maduro, sino que también desafía la estrategia moderada del líder opositor, Henrique Capriles, con quien compite por el liderazgo de la oposición venezolana, unida en torno a una coalición política.

Después de tres elecciones perdidas (dos presidenciales y otra municipal), algunos dirigentes opositores –como María Corina Machado y Antonio Ledesma– ya no quieren esperar: «Si estar en contra de que sigan matando es ser radical, entonces soy radical», dijo López, de 42 años, cabeza visible de lo que ya se llama la oposición en la oposición.

Pero Capriles no abandonará tan fácilmente el liderazgo que tanto le costó unificar (la MUD reúne a partidos desde la derecha más conservadora hasta la izquierda de Bandera Roja), y ha criticado los métodos de Leopoldo. «No voy a acompañar atajos que lleven al país a callejones sin salida», aclaró el gobernador de Miranda. Esta lucha interna de la oposición ha llegado a las redes sociales. Capriles acuñó el término «twitterneitors» contra los radicales que llenan el ciberespacio con sus eslóganes favoritos. En tanto, los «duros» acusan al «goberneitor» de Miranda de ser «el chavismo de la oposición» y un «Justin Bieber» de la política.

Protestas estudiantiles

Mientras, ayer, los estudiantes continuaron inundando las calles del todo el país. Hubo nuevas marchas en 17 ciudades. En Caracas se manifestaron ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones para protestar por la censura de los medios oficialistas, que han silenciado las movilizaciones. De hecho, el presidente Maduro sacó la pasada semana del aire a la cadena colombiana NTN24 por «incitar al odio». Ahora la guerra informativa se libra en las redes sociales, donde el «hashtag» que se ha impuesto con las imágenes de cada arteria clausurada como protesta es #cerremosnuestracalle. Un proceso que ya es viral y quizás, imparable.