Política

París

El escándalo por las grabaciones a Sarkozy enfada a la izquierda y a la derecha

El escándalo surgido por la publicación de grabaciones con conversaciones del ex presidente conservador francés Nicolas Sarkozy enfadó hoy a la izquierda y a la derecha, entre peticiones de una investigación parlamentaria y de secuestro judicial de las pruebas. El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, declaró en el canal "BFMTV"que no le extrañaría que Sarkozy presentara una denuncia por la filtración de esas conversaciones, que han puesto en entredicho la confidencialidad de las relaciones de destacados representantes de los conservadores. El Partido Socialista ha pedido la creación de una comisión parlamentaria sobre el asunto si Sarkozy no denuncia."Le canard enchaîné"y la web "Atlantico"publicaron ayer extractos de conversaciones de Sarkozy, su esposa Carla Bruni y algunos de sus colaboradores, grabadas por un consejero de comunicación del expresidente, Patrick Buisson.

Entre esas conversaciones hay, por ejemplo, un comentario de Buisson sobre Michel Mercier -ministro de Justicia entre 2010 y 2012 de quien aquel dice que es "un desastre"-, o una conversación entre Sarkozy y su esposa acerca de quién aporta rentas al matrimonio.

En las grabaciones se pueden escuchar tanto comentarios sobre asuntos políticos, personalidades del Gobierno o del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), así como conversaciones privadas, por ejemplo frases intercambiadas entre Sarkozy y su esposa.

En estas Bruni se jacta, en un tono distendido, de que ella es la que aporta más renta al matrimonio y se queja de que no pueda firmar contratos como artista por ejercer su función de primera dama, aunque dice esperar volver a la actividad profesional cuando ambos abandonen la función oficial.

"En nuestra pareja ella es el hombre", dice Sarkozy en las grabaciones sobre Bruni, quien se compara con la edad de estrellas del cine y con lo que ganan: "¿Julia Roberts, 44; Sharon Stone, 52; Julianne Moore, 53?. Todo eso, contratos grandiosos, ¿no?. ¿Que no los puedo aceptar de momento?. Eso no se hace".

Otros comentarios, que aparecen en grabaciones aparentemente tomadas con pequeñas grabadoras que funcionan incluso en desplazamientos en vehículos, se refieren a políticos próximos a Sarkozy, con alusiones a su forma de hablar o su capacidad, como es el caso de las escuchadas sobre la exministra Roselyne Bachelot.

Los representantes legales de Buisson aseguraron ayer que las grabaciones eran una herramienta de trabajo para el exconsejero de Sarkozy y que no tenían la mayor importancia, si acaso únicamente su función de servir para preparar reuniones de trabajo, aseguraron.

Sobre Buisson pesa ya una investigación judicial sobre la regularidad de sondeos que le encargó el Elíseo durante el mandato de Sarkozy por nueve millones de euros.

La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen pidió el secuestro de las polémicas grabaciones hechas al anterior presidente por uno de sus colaboradores para evitar que se divulguen secretos "diplomáticos o de seguridad".

"¿Para qué esa comisión de investigación, para descubrir qué exactamente?", se quejó Le Pen en los micrófonos de "RTL"como respuesta a la petición del Partido Socialista.

Y agregó que apoya el secuestro judicial de las grabaciones, que podrían contener "datos que afectan a la seguridad nacional, opciones diplomáticas que deberían quedar fuera de la esfera pública".