Oriente Medio

El Estado Islámico saca las garras en Faluya

El operativo del Ejército iraquí no consigue arrebatar el control de esta ciudad a los yihadistas. Las ONG alertan del peligro al que se enfrentan los 20.000 niños, a los que el EI utiliza como escudos humanos

El Ejército iraquí durante el operativo para conquistar la ciudad de Faluya
El Ejército iraquí durante el operativo para conquistar la ciudad de Faluyalarazon

El operativo del Ejército iraquí no consigue arrebatar el control de esta ciudad a los yihadistas, mientras las ONG alertan del peligro al que se enfrentan los 20.000 niños que viven en ella

A pesar del anuncio a bombo y platillo de la operación “Romper el Terrorismo” para recuperar la ciudad de Faluya, en manos del Estado Islámico desde enero de 2014, la fase final de la ofensiva no parece arrancar. Si bien el lunes las fuerzas especiales antiterroristas lograron ingresar en esta estratégica ciudad, a solo 50 kilómetros de Bagdad, la fiera resistencia que opusieron los yihadistas ha paralizado la ofensiva.

Una de los mayores preocupaciones es el destino de los más de 50.000 habitantes de Faluya. Ante la inminente ofensiva que se espera será una larga y cruenta batalla, Naciones Unidas, que calcula que el número de niños atrapados con sus familias en la urbe ronda los 20.000, advierte que enfrentan una grave situación humanitaria además de la posibilidad de convertirse en reclutas forzados de la milicia radical. “Unos 20.000 menores corren el riesgo de un reclutamiento forzado para los combates”, manifestó el representante en Irak del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) , Peter Hawkins.

“Los niños reclutados se ven obligados a portar armas para combatir en una guerra de adultos”, advirtió el responsable de Unicef en un comunicado, que pidió a todos los bandos que “protejan a los niños dentro de Faluya” y “proporcionen paso seguro a los que deseen abandonar la ciudad”.

“Fuerte resistencia”

En el décimo día de ofensiva, las fuerzas iraquíes, respaldados por la aviación estadounidense, y con el apoyo de milicias chiíes y miembros de tribus, intentaban avanzar hacia el centro de Faluya. El general Abdelwahab al-Sadi, comandante de la operación militar, declaró que “nuestras fuerzas intentan entrar en el centro de la ciudad, pero hay una fuerte resistencia”. El Pentágono reconoció, por su parte, que la ofensiva era “dura” y que el Estado Islámico “tiene intención de pelear”. “Cada vez que nuestras fuerzas intentan avanzar, tienen que enfrentarse a sistemas de defensa posicionados por El”, reconoció el mando militar.

El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, dirigiéndose a los mandos de la operación, explicó: “Habría sido posible finalizar la ofensiva rápido, si la protección de los civiles no fuese uno de los fundamentos de nuestro plan”.

Tan solo unas cientos de familias han conseguido escapar de la ciudad sitiada. Moverse por las calles de Faluya es muy peligroso debido a los bombardeos aéreos y de artillería y al despliegue de los francotiradores y de las patrullas del EI, pero lo más peligroso es cruzar el frente de batalla y llegar al territorio en manos de las autoridades, según relató un desplazado que llegó con su familia a la a la localidad de Ameriyet.

A pesar de algunos avances significativos en los alrededores de Faluya, las fuerzas del gobierno de Bagdad sólo han llegado en sí a la zona Nuaimiya en el lado sur, donde fueron sorprendidos un fiero contraataque de los yihadistas el martes por la mañana.

En el lado noroeste de la ciudad, el avance de las tropas está mucho más lejos del borde de Faluya, tratando de abrirse camino a través del municipio periférico de Saqlawia y sus pueblos.