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Nueva York

El gobernador de Nueva York declara el estado de emergencia por la gripe

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha declarado el estado de emergencia por la gripe, que se propaga a un ritmo inusual y que ha causado la muerte de al menos dos niños, según informan hoy medios locales.

La medida permite que los farmacéuticos, que antes sólo podían administrar vacunas contra la gripe a mayores de 18 años, las suministren también a los niños de 6 años o mayores.

Cuomo calificó esta temporada de gripe como "la peor desde al menos 2009"y defendió que todos los habitantes del estado deben tener acceso a "las vacunas que tan urgentemente necesitan".

La semana pasada, el número de casos contabilizados en el estado subió un 55 por ciento, lo que elevó el número de casos de esta temporada a casi el quíntuple de los que se registraron el año pasado.

En concreto, se ha informado de 19.128 casos de gripe en el estado hasta ahora, frente a los 4.404 que se registraron en toda la temporada anterior; y hasta el 5 de enero se ha hospitalizado a 2.884 pacientes, en comparación con los 1.169 del año pasado.

Algunos expertos anticipan que el número de casos siga aumentando en el próximo mes, y la mayoría apuntan que su evolución es impredecible, dado a lo contagioso de la enfermedad.

Al menos 47 estados de EE.UU. han registrado actividad generalizada de gripe y 24 han registrado niveles "altos", según los últimos datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), actualizados este viernes.

La enfermedad ha causado la muerte de al menos 20 niños desde octubre pasado, dos de ellos en Nueva York, por lo que las autoridades insisten en la necesidad de vacunarse.

En el estado de Massachusetts las autoridades han contabilizado la muerte de al menos 80 personas, lo que ha llevado a la ciudad de Boston a declarar una emergencia sanitaria. En Carolina del Sur se han contabilizado al menos 22 y en Illinois 6.

El 76 % de los casos de gripe en esta temporada se atribuye a una cepa muy similar a la que causó una crisis en 2003-2004, en la que hubo más de 40.000 muertes en EE.UU. vinculadas a esa enfermedad.