El Cairo

El Gobierno egipcio trata de encarrilar la economía en época de transición

El Gobierno egipcio trata de encarrilar la economía del país con estímulos para sectores como la industria y el turismo, mientras estudia revisar los subsidios en un ambiente volátil marcado por la transición política.

El Ejecutivo interino ha lanzado un plan de estímulo de seis meses por valor de 22.300 millones de libras (unos 3.200 millones de dólares) y parte de esa inyección se dirige a proyectos de inversión e infraestructuras, destacó hoy el ministro de Industria y Comercio Exterior, Munir Fajri, en una conferencia internacional de finanzas.

"Hay muy pocas zonas industriales en el país y ni siquiera están completas", dijo Fajri, que puso de ejemplo el caso de una planta de Samsung en la provincia de Beni Suef (sur de El Cairo), que sufre la falta de suministro eléctrico, situación que afecta a muchas otras áreas.

Al menos 790 fábricas han reconocido tener serios problemas para operar y un 84 % de ellas son incapaces de obtener préstamos bancarios, según datos recogidos por el ministerio, que también dará ayudas para facilitar los créditos a empresas con perspectivas de expansión.

Para contribuir al desarrollo, el ministro reconoció la necesidad de importar y diversificar el mix energético, así como desarrollar el sector de fabricación de componentes de automoción y proyectos de medianas y pequeñas empresas que requieren mucha mano de obra.

Pese a las reticencias que han surgido en Egipto hacia la Unión Europea por su postura ante la destitución del presidente Mohamed Mursi, Fajri defendió los acuerdos de comercio firmados con países europeos, que permiten el acceso a la tecnología y a los mercados internacionales para colocar los productos locales.

El tiempo corre para el gabinete del economista Hazem al Beblaui, al que le quedan solo unos meses por delante, los que se necesiten para enmendar la Constitución y celebrar nuevas elecciones legislativas y presidenciales, según la hoja de ruta anunciada por el Ejército tras el derrocamiento de Mursi en julio pasado.

Egipto decidió recientemente interrumpir las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un préstamo de 4.800 millones de dólares, bajo el argumento de que la actual crisis política no permite proseguirlas.

El crédito era visto como un instrumento para restablecer la confianza en una economía lastrada por la caída de la inversión directa extranjera y la disminución de las reservas internacionales, entre otros factores.

Otros préstamos, como los comprometidos por Arabia Saudí, Emiratos y Kuwait por 12.000 millones de dólares, tampoco parecen ser la panacea, y ahora el Gobierno egipcio busca la forma de implantar una serie de cambios para, entre otros puntos, bajar el déficit presupuestario del 14 % al 9 %.

El ministro de Finanzas, Ahmed Galal, ha anunciado que se prepara un programa de reforma fiscal y de reducción gradual de los subsidios energéticos, que se llevan una buena parte del gasto público.

Esas medidas, por impopulares que resulten, se pondrían en marcha antes de las elecciones, aseguró ayer Galal en la misma conferencia, en la que insistió en que el 80 % de los subsidios "no están beneficiando a las personas que más los necesitan".

En el apartado de ingresos, la economía egipcia depende enormemente de la actividad mercantil en el estratégico canal de Suez, que -según las autoridades- funciona con normalidad a pesar de los últimos sucesos violentos registrados en zonas cercanas.

Otro sector relevante es el turismo, perjudicado por el clima de inestabilidad desde la revuelta que desbancó del poder al presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.

El titular de esa cartera, Hisham Zazu, apuntó hoy que la estrategia actual consiste en animar a los extranjeros para que vuelvan a viajar a Egipto, y confió en que el turismo se recupere en 2014, "cuando se acumule la demanda de años anteriores".

Según Zazu, doce países han levantado por el momento la advertencia de evitar desplazarse al país árabe tras la última ola de violencia y varias agencias han retomado los paquetes turísticos a Egipto, donde esperan que la temporada alta de invierno aporte su grano de arena a la recuperación económica en general.