Política

Agitación civil

El Gobierno, «en guerra contra el terrorismo»

Las autoridades interinas aseguran que los líderes del Partido Justicia y Libertad serán llevados ante los tribunales cuando sean arrestados

La Razón
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EL CAIRO- Las autoridades interinas egipcias fueron ayer un poco más allá en su lucha contra los Hermanos Musulmanes al informar de que están barajando la posibilidad de ilegalizar el grupo, que siempre ha tenido un estatus legal poco definido. La Hermandad siempre fue clandestina y siempre ha sido muy oscura, aunque incluso en la época del ex dictador Hosni Mubarak el régimen toleraba su existencia y se le permitía participar en las elecciones con candidatos independientes. Después de la revolución, el grupo fundó el partido político Libertad y Justicia, órgano legal del grupo, mientras que éste se registró como ONG para sortear las trabas de la Ley y las denuncias que estaban siendo presentadas por sus enemigos para tratar de limitar su poder.

El primer ministro egipcio, Hazem Beblawi, ha propuesto al Ministerio de Asuntos Sociales (encargado de la supervisión de las ONGs) estudiar la disolución de los Hermanos Musulmanes, lo cual facilitaría la persecución legal y represión contra ellos. La presidencia interina egipcia dijo ayer en rueda de prensa que no sólo la legalidad de este grupo sino la de todos será estudiada «en el marco de la Ley», lo cual hace pensar en una acción incluso más amplia contra todas las fuerzas islamistas ya que, según la legislación egipcia, no puede haber partidos de naturaleza religiosa. El asesor presidencial para Asuntos Políticos, Mustafa Higazi, aseguró que los líderes del partido Justicia y Libertad serán llevados ante la Justicia «en cuanto sean arrestados», aunque varios de ellos ya están en prisión, incluido el ex presidente Mursi. Sus cargos están siendo renovados cada 15 o 30 días para que puedan permanecer en detención preventiva mientras se ponen en marcha los procedimientos judiciales contra ellos. Higazi también dijo que los miembros de la Hermandad que renuncien a la violencia serán bienvenidos y aseguró que muchos de ellos están abandonando el grupo y podrán participar en el futuro de Egipto. El asesor del presidente Adly Mansur tuvo palabras muy duras a la hora de hablar de la situación que vive el país: «Estamos haciendo frente a una guerra lanzada por extremistas y que se está convirtiendo en terrorismo cada día que pasa», aseguró. Asimismo, recalcó que fue el propio pueblo egipcio el que salió a las calles en contra del «fascismo religioso» de los Hermanos Musulmanes y del presidente Mohamed Mursi, apartado del poder después de grandes manifestaciones pidiendo su dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas. Higazi culpó una vez más a los islamistas de haber agotado todas las posibles salidas negociadas al conflicto. Conscientes de que ya han conquistado a la opinión pública egipcia, las nuevas autoridades, designadas por los militares tras el golpe de Estado, mantienen una retórica cada vez más agresiva contra la comunidad internacional y la Prensa extranjera. En la conferencia de ayer, dirigida especialmente a los medios internacionales, Higazi dijo que Egipto siente «una profunda amargura por la cobertura parcial» de los medios y agencias extranjeros, a los que acusó de obviar los ataques contra las iglesias y de etiquetar a los manifestantes como pacíficos cuando no lo son.