Argentina

El kirchnerismo jura venganza al grupo Clarín

El Gobierno argentino recurre el fallo que beneficia a este imperio mediático

Cristina Fernández saluda a Dilma Rousseff, ayer, en la cumbre de Mercosur
Cristina Fernández saluda a Dilma Rousseff, ayer, en la cumbre de Mercosurlarazon

La guerra entre en el principal conglomerado mediático del país, el grupo Clarín, y la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se libra en los juzgados. En la madrugada del viernes un tribunal convulsionó al espectro político tras extender la medida cautelar que impedía la entrada en vigor de dos artículos cruciales de la ley de medios aprobada por el Congreso en 2009. Esos dos artículos acarreaban un daño importante a Clarín. Así que tras el fallo judicial, que le da un respiro al enemigo número uno de Cristina Kirchner, el Gobierno contraatacaó y ayer mismo apeló esta decisión. La clave de esta ley está en que fija límites a la cuota de mercado que puede acaparar una empresa (35%) además de establecer un número máximo de licencias. El principal afectado por esta controvertida norma es el Clarín. Desde 2009, este imperio mediático batalla para que los altos tribunales declaren inconstitucional esta ley. El oficialismo salió ayer en bloque para cuestionar el fallo y apuntó contra los jueces. El jefe del Gabinete argentino, Juan Manuel Abal Medina, aseguró que «acabamos de vivir la semana de la vergüenza judicial», poco después de que el Gobierno apelara ante la Corte Suprema de Justicia la prórroga otorgada a una medida cautelar sobre la aplicación de la ley de medios. La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo expresó su repudio a la prórroga. «Los jueces que defienden a Clarín creen en la justicia divina. Por eso cometen toda clase de delitos: defienden a hombres como (Héctor) Magnetto, con crímenes de lesa humanidad sobre su cabeza; defienden a grandes corporaciones porque creen en la justicia divina», señala el comunicado. La presidenta argentina viajó ayer a Brasil, en la cumbre del Mercosur, donde eludió todo lo referente al llamado 7D –el día en que entraba en vigor su ley–y la extensión de la medida cautelar a favor de Clarín. Sin embargo, días antes Kirchner comparaba al 7D con «el día de los Derechos Humanos universales». De hecho, está previsto que continúen los festejos programados para este domingo en la Plaza de Mayo bajo el titulo: «La vuelta a la democracia», aunque la justicia aguó la fiesta oficialista.

En la parte contraria, la noticia tuvo otro efecto. Tras el fallo, las acciones del grupo Clarín subieron más de un 13%. Ahora hay que esperar a que los jueces se pronuncien sobre la constitucionalidad de la ley. De todas formas, si la justicia da luz verde a los artículos controvertidos, el grupo Clarín tendrá un año más para deshacerse de las licencias. El idilio entre el Gobierno y Clarín se terminó en 2008 (con el llamado conflicto del campo, que comenzó por una propuesta de cobrar más impuestos a los productores agropecuarios), al quedar al desnudo la tesis del Gobierno de que había que ser aliado o enemigo. Clarín no se dejó seducir y por ello se convirtió en el enemigo a vencer.

Otros daños colaterales

Hay unos 20 grupos mediáticos que no se han adecuado a lo que exige la nueva legislación. Entre ellos, el grupo español Prisa, que tiene más del 35% en el mercado de radio, y sobrepasa un 30% el máximo que un medio puede tener en capital extranjero. También está el Grupo Uno –de los empresarios José Luis Manzano y Daniel Vila, cercanos al kirchnerismo–, que se excede en cuota de mercado en radio y televisión abierta, como también en cuanto a cantidad de licencias. Sin embargo, por ahora, el único medio que no acatará la ley es Clarín.