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El Kremlin facilita el pasaporte ruso a los residentes en Donbás

Es el paso previo que dio Putin en Georgia antes de reconocer a Abjasia y Osetia del Sur.

Tres soldados ucranianos se dirigen a sus posiciones, esta semana, en Lugansk, Ucrania / Reuters
Tres soldados ucranianos se dirigen a sus posiciones, esta semana, en Lugansk, Ucrania / Reuterslarazon

Es el paso previo que dio Putin en Georgia antes de reconocer a Abjasia y Osetia del Sur.

En un paso más en la escalada de tensión entre Moscú y Kiev, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó ayer un decreto que simplifica el procedimiento para que los ciudadanos que viven en el este de Ucrania obtengan la ciudadanía rusa. Su acción eleva la tono entre el Gobierno saliente de Petro Poroshenko y el Kremlin en la guerra que aún continúa abierta en la disputada región del Donbás.

El ministro de Exteriores de Ucrania tachó ayer de «agresión e injerencia» el anuncio del Kremlin que pretende otorgar pasaportes a quien lo solicite en un plazo no mayor a tres meses. El decreto asegura que su único objetivo es «proteger los derechos humanos y civiles» y que la medida está basada «en los principios y normas universales del derecho internacional».

Moscú anunció la medida tan solo tres días después de que Ucrania eligiera un nuevo presidente, Vladimir Zelenski, quien hasta ayer había abierto la puerta a posibles cambios en una relación gravemente dañada en los últimos cinco años por la adhesión de Crimea por parte de Rusia. La estrategia del Kremlin de entregar pasaportes rusos a ciudadanos próximos a sus ideales ya fue llevada a cabo en Abjasia y Osetia del Sur (Georgia). En este caso la entrega de la nacionalidad rusa fue un paso previo para el posterior reconocimiento por parte del Moscú de los territorios. Poroshenko acusó a Moscú de estar preparando lo que él llamó «una agresión contra nuestro estado: la anexión del Donbás o la creación de un enclave ruso dentro de Ucrania». El actual mandatario ucraniano pidió a la comunidad internacional que «prevenga el peor escenario, que condene las acciones criminales y destructivas de Rusia y que se recrudezcan las sanciones».

Un lustro de inestabilidad

Cinco años después del estallido del conflicto, en las regiones de Donetsk y Lugansk se comercia exclusivamente con moneda rusa por orden de los líderes separatistas de la región. Zonas cada vez más rusificadas, política, económica y socialmente. Los libros de texto que se utilizan en las escuelas locales son suministrados por Moscú y presentan una versión rusa de la historia con especial hincapié en el pasado glorioso de la era soviética. Los dominios web están bajo el registro de .ru y no el ucraniano (.ua).

En las últimas semanas, los ataques y el intercambio de munición no ha cesado entre ambos bandos. Hace tan solo dos días la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), publicó un informe donde alertaba de las constantes violaciones de alto al fuego en zonas controladas por el Gobierno y el constante sobrevuelo de vehículos aéreos no tripulados en las zonas donde la OSCE lleva a cabo su labor.

El último paso de Putin no hace más que agravar la división cada vez mayor de la región del Donbás con el resto de Ucrania, complicando la reintegración. El hasta ahora objetivo de Zelenski es lograr reavivar el estancado acuerdo de Minsk, y servir de guía hacia la paz entre las regiones disidentes.