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«Justicia injusta» para López

Trece años, nueve meses y siete días de cárcel. La jueza Susana Barreiros aplicó la pena máxima contra el líder de la oposición venezolana, Leopoldo López, por instigar las protestas democráticas contra el chavismo. «Estas esposas no me las van a quitar las fuerzas del orden, ni la Justicia injusta, me las va a quitar el pueblo de Venezuela». Así fue el alegato final del líder de Voluntad Popular antes de oír la dramática sentencia

Puño militar. Leopoldo López volvió ayer a la prisión de Ramo Verde, el centro de máxima seguridad del país
Puño militar. Leopoldo López volvió ayer a la prisión de Ramo Verde, el centro de máxima seguridad del paíslarazon

Trece años, nueve meses y siete días de cárcel. La jueza Susana Barreiros aplicó la pena máxima contra el líder de la oposición venezolana, Leopoldo López, por instigar las protestas democráticas contra el chavismo

Los peores augurios se confirmaron y el líder opositor venezolano Leopoldo López fue condenado la noche del jueves a una dura pena de cárcel por su implicación –según la Justicia venezolana– en los disturbios y enfrentamientos que azotaron el país en febrero del año pasado. La jueza Susana Barreiros, acusada por la oposición de ser un títere del régimen de Nicolás Maduro, impuso al dirigente de Voluntad Popular una condena de 13 años, nueve meses y siete días de cárcel por instigar unas protestas contra el Gobierno que se saldaron con 43 muertos y cientos de heridos.

López cumplirá su pena en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, el mismo recinto penitenciario en el que se encuentra desde que se entregara el 18 de febrero a las autoridades. Los abogados del opositor anunciaron que recurrirán al Tribunal «upremo, pero López dejó claro el jueves que no cree en la Justicia. «Estas esposas no me las van a quitar las fuerzas del orden, ni la Justicia injusta, me las va a quitar el pueblo de Venezuela», dijo, citado por su cónyuge.

Privado por la jueza de defender su inocencia por medio de testigos, López hizo el jueves un alegato final de su inocencia que se extendió durante tres horas y en el que, de nuevo, la magistrada demostró que la Justicia venezolana carece actualmente de imparcialidad. López fue interrumpido en tres ocasiones por los fiscales y Barreiros le negó el derecho a utilizar como prueba de su inocencia un vídeo que horas antes se había difundido por las redes sociales y en el que se realiza una cronología audiovisual por medio de grabaciones de cámaras de seguridad y de teléfonos móviles de manifestantes de lo ocurrido el 12 de febrero, cuando las protestas en Caracas desembocaron en tres personas muertas y un ataque contra el Ministerio Público. La jueza, que debe publicar en los próximos días la sentencia detallando los argumentos jurídicos que fundamentan su decisión, tampoco permitió a López que pudiera comer antes de su intervención. Vestido de traje y con una Constitución de Venezuela en la mano, el abogado de 44 años defendió su inocencia y lanzó dardos a la magistrada durante la audiencia. «Usted tiene más miedo de dictar la sentencia que yo de escucharla», le dijo. También aseguró que si finalmente le dejaban en libertad, lo primero que haría sería asistir al cumpleaños de su hija Manuela y después recorrería toda Venezuela. El 6 de diciembre se celebrarán unas decisivas elecciones legislativas, en las que por primera vez el oficialismo está por detrás en los sondeos.

«El Gobierno, y no mi discurso, fue el causante de la violencia el 12 de febrero», agregó el opositor, condenado por instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir. También comparó su juicio con los procesos contra el filósofo Sócrates y contra Jesucristo. «A ambos se les condenó por la palabra. Sus palabras incomodaban a los poderosos». Cuando la sentencia fue leída por la jueza, abrazó a su esposa, Lilian Tintori, y trató de consolar su llanto al asegurarle que «esto no va a durar tanto tiempo». A las puertas del Palacio de Justicia se habían congregado cientos de personas –a favor y en contra de López- y, símbolo de la fractura social que vive Venezuela, se produjeron incidentes que se saldaron con cinco periodistas heridos por golpes de manifestantes chavistas, y un seguidor del partido de López muerto como consecuencia de un infarto. A través de las redes sociales, los informadores de medios extranjeros han denunciado la pasividad de la Guardia Bolivariana ante los ataques y las amenazas de los 300 chavistas congregados, que lanzaron piedras y palos. Las imágenes dieron ayer la vuelta al mundo, pero en Venezuela hubo un apagón informativo sobre lo sucedido, así como sobre la sentencia contra López.

La comunidad internacional clamó ayer contra la decisión de mantener entre rejas al político, al entender que su juicio es una farsa con tintes de proceso político. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se declaró consternado por las irregularidades durante el juicio, la falta de evidencias y la dura sentencia. Estados Unidos y la Unión Europea la condenaron de forma inmediata, mientras que diputados y ex presidente de América Latina, así como Felipe González expresaron su rechazo a una sentencia cuanto menos desproporcionada. «A Hugo Chávez lo sentenciaron a tres años por el intento de golpe de Estado [en 1992, contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez]. A Leopoldo, por un discurso, le dan trece años», dijo ayer el coordinador nacional encargado del partido Voluntad Popular, Freddy Guevara.