Conflicto armado

El ministro del Interior turco ve positivo el «lenguaje de paz» del PKK

El ministro turco del Interior, Muammer Güler, acogió hoy con satisfacción el "lenguaje de paz"que utilizó hoy el encarcelado líder de la guerrilla kurda PKK, Abdullah Öcalan, que solicitó a sus seguidores abandonar las armas.

El ministro subrayó en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias Anadolu que Öcalan había lanzado un mensaje de paz, algo que le parecía muy positivo, pero advirtió de que aún se debe de esperar qué consecuencias prácticas tienen sus palabras.

Öcalan, en un mensaje leído por dos diputados de una formación prokurda ante cientos de miles de personas en Diyarbakir, la capital oficiosa del Kurdistán turco, pidió a los guerrilleros: "Dejad las armas y marchaos fuera de las fronteras (de Turquía)".

La valoración de Güler, en declaraciones a la prensa, es la primera por parte del Gobierno turco, cuyo primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, está en un viaje oficial en Holanda.

Posteriormente, durante una intervención de Güler en el Parlamento, un grupo de diputados del conservador Partido de Acción Nacional, MHP, desaprobó sus palabras mostrándole carteles de soldados y policías muertos en enfrentamientos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

La mayor formación opositora, el laico Partido Popular Republicano, CHP, anunció que no se expresaría, por respeto institucional, sobre las palabras de Öcalan hasta que no lo hiciera el primer ministro.

"Hoy es el inicio de un nuevo tiempo. Un tiempo en el que comienzan los derechos democráticos, la libertad y la igualdad. Las armas deben de callar", afirmó hoy Öcalan en su mensaje.

Recalcó: "El derramamiento de sangre turca y kurda se detendrá. No serán las armas sino la política la que hable".

"Este no es un tiempo de guerra y lucha, sino de alianzas y compromisos", afirmó.

Öcalan, de 63 años, fundador y líder indiscutible del PKK, ha sondeado en las últimas semanas con los servicios secretos turcos las condiciones para un proceso de paz con el Estado turco.

Erdogan ya dio garantías semanas atrás de que el Ejército no atacaría a los milicianos durante un posible repliegue al norte de Irak, donde el PKK tiene su retaguardia.

El anunció de Öcalan se produce después de que el año 2012 resultara el más sangriento desde principios de siglo, con 140 soldados y policías, así como más de 500 guerrilleros, muertos en enfrentamientos en el sureste de Turquía.

Los contactos entre Öcalan y los servicios de inteligencia turcos fueron confirmados hace semanas y ambas partes han señalado que se han producido "avances positivos".

El PKK se levantó en armas en 1984 para reclamar los derechos de los más de 12 millones de kurdos que habitan en Turquía y, desde entonces, unas 45.000 personas han muerto en los enfrentamientos entre los milicianos kurdos y las fuerzas de seguridad turcas.