Política

Crisis en Egipto

El pacto político, casi imposible

La Razón
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EL CAIRO – La masacre de ayer en El Cairo somete a una dura prueba la transición política en Egipto después de un golpe de Estado, que fue pacífico pero que ya está manchado de sangre. También pone en duda las verdaderas intenciones del Ejército, que no empleó la violencia para derrocar al presidente Mursi, pero que desde entonces ha actuado de forma cada vez más brutal con sus seguidores. El presidente interino, Adly Mansur, designado por los militares, proseguía ayer las consultas para formar un gobierno de unidad nacional y aprobó un decreto en el que se otorga competencias para ratificar leyes por decreto y marca un periodo en el que deberán celebrarse elecciones presidenciales y parlamentarias tras la aprobación de las enmiendas a la Constitución. Un calendario que todavía podría tropezarse con muchos obstáculos. El guía espiritual de la Hermandad, Mohamed Badie, alertó de que el Ejército está llevando a Egipto a un escenario de «guerra civil como en Siria», mientras que el líder opositor y posible candidato a ocupar un puesto destacado en el futuro gabinete, Mohamed Al Baradei, declaraba que Egipto necesita más que nunca reconciliación.

El partido salafista Al Nur, que ya vetó la nominación de Al Baradei como primer ministro, se retiraba ayer de las negociaciones, en protesta «por la masacre que tuvo lugar enfrente del cuartel de la Guardia Republicana».De esta forma, el único grupo islamista destacado sale del proceso político, con el peligro de que éste fracase, si se les excluye del mismo. Otro líder islamista moderado y ex candidato presidencial, Abdel Muneim Abul Futuh, pidió la dimisión del presidente interino Adly Mansur, que a día de hoy es la única autoridad civil a la que los egipcios pueden exigir cuentas. Los movimientos liberales que se encuentran detrás del movimiento de protesta no se atrevieron a responsabilizar al Ejército, e incluso justificar la violencia en contra de los islamistas. El grupo «Tamarrud» aseguró que los manifestantes islamistas estaban armados, porque el Ejército jamás atacó una protesta pacífica. El Frente 30 de Junio, organizador de las protestas, dijo que los Hermanos Musulmanes están recurriendo a «tácticas terroristas» para «someter» al país, pero que eso no se permitirá. Las autoridades han anunciado una investigación, tal y como ha pedido la máxima autoridad religiosa islámica, la institución de Al Azhar.