Política

Guerra en Siria

El Parlamento británico podría votar otra vez sobre el ataque a Siria

La Razón
La RazónLa Razón

El parlamento británico podría afrontar una nueva votación sobre una acción militar en Siria. La puerta la dejó abierta Philip Hammond, el titular de Defensa, quien ayer se convirtió en el primer miembro del Gabinete en no descartar, por completo, plantear de nuevo el debate en Westminster. Eso sí, el ministro subrayó que para que esto fuera posible «la situación tendría que cambiar muy significativamente» en la república árabe. Y la matización era crucial porque a lo largo de todo el día, diferentes representantes del Ejecutivo –entre ellos el viceprimer ministro, Nick Clegg y el titular de Economía, George Osborne– habían negado la oportunidad a una segunda votación después de que la Cámara de los Comunes rechazara la intervención durante la sesión parlamentaria extraordinaria de la semana pasada. Tras la derrota, el «premier» David Cameron aseguró tajantemente que si el Reino Unido actuaba en un futuro sería tan sólo a nivel diplomático. Su decisión sorprendió, y mucho, al líder de la oposición, Ed Miliband, que siempre dijo que las evidencias de los observadores de la ONU le podría hacer cambiar de opinión. Pero ahora es Downing Street quien se niega a dar su brazo a torcer. En definitiva, el asunto no puede estar más candente y, como no podía ser de otra manera, protagonizó la primera sesión de la Cámara de los Comunes ayer tras su receso veraniego. El enfrentamiento verbal entre el Gobierno conservador y la oposición laborista fue intenso. Hammond señaló que el Parlamento «ya había hablado con claridad sobre este asunto» y era «muy improbable volver a analizarlo», a menos que «las circunstancias cambien de forma significativa». La coalición de conservadores y liberal demócratas, por una parte, y los laboristas por otra, se han culpado mutuamente de causar una crisis política con el polémico voto del jueves pasado. Mientras, una encuesta de la BBC señaló que el 71% de los británicos opinan que se tomó la decisión correcta al rechazar la participación de Reino Unido en un ataque.