Internacional

Cinco Estrellas y el PD sellan un pacto de un Gobierno europeísta y Conte al frente

Los dos partidos discuten ahora la composición del nuevo Ejecutivo. Los socialdemócratas exigen la vicepresidencia. Giuseppe Conte repetirá como primer ministro de Italia

El ex primer ministro Giuseppe Conte junto a Salvani
El ex primer ministro Giuseppe Conte junto a Salvanilarazon

Los dos partidos discuten ahora la composición del nuevo Ejecutivo. Los socialdemócratas exigen la vicepresidencia. Giuseppe Conte repetirá como primer ministro de Italia

Han sido días de conversaciones hasta el último minuto, reuniones de madrugada y amagos de ruptura. En otros países no muy lejanos esto abocaría al fracaso, pero en este terreno los italianos viven en su hábitat natural. Tanto que el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5E), Luigi Di Maio, llegó ayer al despacho del presidente de la República, Sergio Mattarella, antes de tiempo y sonriente anunció que habían llegado a un «acuerdo con el Partido Demócrata (PD) para que Conte pueda recibir un encargo político y formar un Gobierno de largo recorrido».

El actual primer ministro repetirá en el cargo, pero en el próximo Consejo de Ministros se sentará con el PD, un partido en las antípodas de la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, con la que el M5E ha compartido habitación hasta ahora.

De este modo, termina la experiencia de Gobierno nacionalpopulista en Italia, Salvini queda apartado y se inicia un camino por el que el país debería virar hacia una mayor normalidad institucional. El presidente Mattarella le encargará hoy la formación de Gobierno a Conte, quien debería presentar en un plazo de días la lista de sus ministros. Todavía habrá disputas por los cargos, pero se espera que la próxima semana el nuevo Ejecutivo pueda ser alumbrado en el Parlamento.

Segundos después de anunciar el cambio de pareja, Di Maio reveló uno de los últimos secretos de alcoba de su ex. Anunció que en los últimos días Salvini le había ofrecido ungirlo como primer ministro con tal de amarrarse al poder y que por una cuestión de dignidad rechazó la oferta. Lo había publicado la prensa, pero la revelación de Di Maio se produjo en sede institucional. Ante el giro ideológico de 180 grados, el líder del M5E tiró del argumento «postideológico». «No hay soluciones de izquierdas o de derechas, sino soluciones», dijo. Y anticipó que el acuerdo se basaría en medidas concretas, que es como su formación entiende la política.

El camino ya lo había allanado unas horas antes el líder del PD, Nicola Zingaretti, quien anticipó que apoyaría al primer ministro elegido por el M5E. No citó a Conte, pero se daba por hecho. No era plan de arruinar el anuncio a su patrocinador.

El breve discurso de Zingaretti estuvo plagado de esperanza por cambiar el rumbo. «En tiempos complicados como estos, es necesario poner fin a la etapa del odio, el rencor y el miedo», sostuvo. Y en el ambiente circulaba el nombre de Matteo Salvini, que hace unas semanas parecía la única figura política de Italia y cuya comparecencia ayer tras visitar a Mattarella fue intrascendente. En poco más de un año de gobierno populista las relaciones con Bruselas se han deteriorado demasiado. El PD empujará ahora hacia Europa y al M5E no le quedará más remedio que seguirle si quiere dejar atrás a Salvini.

Y es que no han faltado obstáculos antes de que el nuevo Ejecutivo vea la luz. Di Maio aspira a mantenerse como vicepresidente, pero desde el PD ya le han advertido de que éste no será un gabinete bicéfalo como el que formó con la Liga.

Asumiendo que Conte ya no es un mediador externo sino un «grillino» más, los socialdemócratas reclaman que haya una sola vicepresidencia y sea para uno de sus hombres fuertes. Táctica negociadora o avidez política, estas disputas han amenazado la negociación. De los discursos de Zingaretti y Di Maio se puede deducir que ninguno de los dos es plenamente feliz con este matrimonio.

Los próximos pasos del nuevo Gobierno

La primera obligación del nuevo Gobierno será redactar la próxima Ley de presupuestos. Unas cuentas que estarán vigiladas al milímetro por la Unión Europea. Italia ya se libró este año de un procedimiento de infracción por déficit excesivo, con el compromiso de que la previsión para 2020 sea más austera. Desde hace años, el país transalpino debe destinar una partida de 23.000 millones de euros para evitar la subida del IVA –un compromiso adquirido durante la última gran crisis de deuda– y sólo un Ejecutivo con plenas competencias puede aplicar esta medida. El presidente de la República, Sergio Mattarella, advirtió de la importancia que tenía la elaboración de estos presupuestos, por lo que siempre se mostró reacio a convocar unas elecciones anticipadas que hubieran provocado un vacío de poder. Entre las exigencias que se autoimpusieron el M5E y el PD también estaba esta medida.

Además, Italia debería haber mandado este pasado lunes a la UE el nombre de su candidato a comisario europeo. El plazo es informal, aunque la nueva Comisión tiene que conformarse el próximo 1 de noviembre, por lo que los Estados no deberían dilatarse en el tiempo.

Tras la pérdida de peso en el nuevo organigrama comunitario, Italia aspira a obtener una cartera importante y sus miradas están puestas en el ámbito económico. Un giro europeísta impulsado por el PD, que abandone la estrategia de choque que ha mantenido el Gobierno formado por la Liga de Salvini y el M5E, podría contribuir a alcanzarlo.

Mientras, en el terreno político, el M5E se ha marcado como principal objetivo aprobar una ambiciosa reforma constitucional que reduciría el número de diputados de 630 a 400 y el de senadores de 315 a 200. De este modo, retomarían la iniciativa política tras la fallida experiencia con Salvini, con una medida en línea de su discurso anticasta. Al PD no le gusta esta disposición tal y como ha sido concebida –está en la última fase de tramitación parlamentaria–, aunque en líneas generales está en consonancia con una reforma que planteó el primer ministro Matteo Renzi y que fue tumbada en referéndum por los italianos.

Los socialdemócratas también plantean abolir los dos últimos decretos migratorios impulsados por Salvini, con el objetivo de borrar su huella del nuevo Ejecutivo. Mientras, el M5E quiere aprobar un plan de inversiones para el sur del país, una reforma del sistema bancario o nuevas políticas medioambientales. Bajo estas premisas se plantean formar un Gobierno duradero, cuyo ideal sería agotar la actual legislatura, que expira en 2023.