Bruselas
El populismo amenaza a Europa en 2014
A cinco meses de las elecciones a la Eurocámara, los grandes partidos buscan un discurso para hacer frente al ascenso de las nuevas formaciones nacionalistas
A cinco meses de las elecciones a la Eurocámara, los grandes partidos buscan un discurso para hacer frente al ascenso de las nuevas formaciones nacionalistas
El año que ahora comienza será difícil para la Unión Europea en todos los sentidos. En primer lugar, tiene que confirmarse la recuperación económica y la salida de la crisis debería traducirse en creación de empleo, por ahora una quimera en los países del sur, donde uno de cada cuatro trabajadores está en paro. Sin embargo, los desafíos no son sólo económicos, sino que la escena política estará llena de obstáculos que podrían poner en jaque el futuro de la Unión.
El principal de ellos son las elecciones europeas del próximo mes de mayo, donde se elige a los 751 diputados del Parlamento Europeo, la única institución comunitaria que se designa por sufragio universal. La Eurocámara es, de hecho, la mayor cámara parlamentaria democrática del mundo. Además, por primera vez en la historia de la Unión Europea, de acuerdo con el Tratado de Lisboa en vigor, los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo determinarán quién liderará la Comisión Europea. El Consejo Europeo, los jefes de estado y de gobierno de la UE, tiene que basar su propuesta de candidato a la Presidencia de la Comisión en los resultados de las elecciones europeas. El Parlamento procederá al voto del candidato propuesto, que, para salir elegido, necesitará una mayoría cualificada, es decir, como mínimo debe votar a favor la mitad de todos los diputados. En el caso de que el candidato no obtuviese la mayoría necesaria, el Consejo Europeo, pronunciándose por mayoría cualificada, tendría un mes de plazo para proponer un nuevo candidato.
LA INMIGRACIÓN
La campaña electoral será la ocasión ideal para oír a los movimientos populistas y nacionalistas de cada estado miembro, los cuales encontrarán argumentos para la polémica en la crisis económica o en la emigración. En este sentido, el levantamiento de la moratoria sobre la libre circulación de trabajadores búlgaros y rumanos ya está alimentando a partidos como el UKIP británico, escudados en que estos ciudadanos pueden ejercer a partir de ahora su derecho al trabajo en todos los países de la Unión Europea sin necesidad de contar con un permiso laboral. La principal preocupación en Bruselas es que las elecciones arrojen un resultado que suponga un recorte importante de los dos grandes partidos políticos, de forma que, sumados, no logren sacar adelante las decisiones importantes, en las que hasta ahora suelen coincidir. El ascenso de UKIP, Aurora Dorada o la izquierda radical de Syriza en Grecia, el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo en Italia, Le Pen en Francia o el Partido Pirata en Suecia podrían hacer perder varias decenas de diputados al Partido Popular y al Partido Socialista europeos, dejándoles sin la mayoría. La última encuesta Eurobarómetro revela de hecho la desafección de la ciudadanía hacia la política europea, pues el 42% de los ciudadanos considera que el voto en las elecciones a la Eurocámara resulta «ineficaz» para influir en la toma de decisiones. Los grandes partidos buscan un discurso para evitar la debacle.
TENSIÓN CON RUSIA
En materia de política exterior, la UE pasa por el momento más frío en sus relaciones con Rusia después del fiasco del acuerdo de libre comercio con Ucrania, lo complicará sin duda las cosas para los 28 tanto bilateralmente como en las instituciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio.
Durante los próximos meses, deberá aclararse también la posición de Ucrania y del resto de los países ex soviéticos, que se enfrentan a un conflicto de intereses entre la Unión Europea y Rusia en el que se encuentran atrapados. Por ahora, Bielorrusia y Kazajistán siguen vinculados a Rusia, mientras que Ucrania o Moldavia viven en la dicotomía entre dos mundos que cada vez son más opuestos.
LA SALIDA DE LA CRISIS
Todos los indicadores apuntan a una salida en 2014 de la profunda crisis financiera y de deuda que ha asolado a Europa desde 2007, pero un exceso de confianza sería perjudicial para la recuperación. Los países con problemas que han estado bajo tutela de la troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), como Portugal, Irlanda o Grecia, volverán a financiarse en los mercados. La puesta en marcha de la Unión Bancaria será fundamental para reforzar el proyecto Europeo en el exterior. Los dirigentes europeos deben preguntarse si este año será el año de la consolidación económica pero también política.
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