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El presidente deja sin seguro a seis millones de estadounidenses

Desmantela parte del Obamacare, pero será denunciado por numerosos estados.

Un grupo de defensa del sistema sanitario actual protesta contra la orden ejecutiva de Donald Trump en La Jolla, California
Un grupo de defensa del sistema sanitario actual protesta contra la orden ejecutiva de Donald Trump en La Jolla, Californialarazon

Desmantela parte del Obamacare, pero será denunciado por numerosos estados.

Decidido a desmantelar como sea el Obamacare (la Reforma Sanitaria de Barack Obama), el presidente Donald Trump dio un segundo golpe a la ley sanitaria de su antecesor. Así, Trump dejará de pagar los subsidios destinados a seis millones de estadounidenses de renta baja que no pueden permitirse asumir el coste completo de sus seguros sanitarios, una de las medidas clave del Obamacare. Las aseguradoras ya han advertido al Gobierno que la medida puede provocar una enorme subida de los precios de los seguros médicos. La decisión por parte de Trump de dejar de pagar ayudas a millones de estadounidenses ha provocado graves críticas por parte de los demócratas en el Congreso y la amenaza de una denuncia por parte del fiscal general de Nueva York y una coalición de estados de EE UU. Lo cierto es que Trump ha pagado los subsidios desde que asumió su cargo en enero, pero lleva amenazando desde entonces con «cerrar el grifo». Las subvenciones, garantizadas dentro del Obamacare, tienen como objetivo ayudar a pagar los gastos médicos de aquellas familias que no puedan permitírselo. Trump comienza su asedio en solitario a la reforma del demócrata –pieza angular de su campaña que le convirtió en el primer presidente afroamericano de EE UU–, después de la incapacidad del Congreso de ayudar al magnate a cumplir su promesa de campaña.

El presidente ha mostrado su frustración en numerosas ocasiones ante la imposibilidad de retirar por completo el Obamacare, que ha sido atacado por los republicanos durante años por considerarlo una «intrusión» al sistema sanitario estadounidense privado. No obstante, muchos senadores republicanos han urgido públicamente a la Administración Trump que no deje de pagar los subsidios para no desestabilizar el mercado de los seguros sanitarios.

Primero firmó un decreto que le allanaba el camino para modificar los seguros médicos, diseñados durante la Administración Obama. Y es que Trump quiere cambiar las condiciones: vender las pólizas más baratas con menos cobertura y protecciones. Esta alteración en concreto no entrará en vigor hasta que las diferentes agencias federales adopten las regulaciones requeridas, lo cual podría llevar meses. Pero sí ofrece el suficiente margen para que el presidente republicano se apunte una victoria ante su electorado. Inmediatamente después del anuncio de la Casa Blanca, los líderes demócratas del Congreso, los senadores Chuck Schumer y Nancy Pelosi emitieron un comunicado en el que criticaron de forma contundente la decisión de Trump. «El presidente ha decidido castigar al pueblo de EE UU por su incapacidad de mejorar el sistema sanitario. Es un sabotaje sin sentido a las familias de clase trabajadora de cada esquina de EE UU», concluyeron los líderes demócratas de las dos cámaras. Sin embargo, el portavoz de la Cámara de Representantes Paul Ryan, republicano, aplaudió la decisión de Trump, quien criticó además a la Administración Obama por considerar que con estos subsidios se usurpó la autoridad del Congreso.