Crisis política en Italia
El primer obstáculo para Renzi
La negociación con el centro derecha de Alfano se atasca en la cartera de Economía
La crisis política italiana entra en una nueva fase. El responsable de su comienzo, Matteo Renzi, secretario general del izquierdista Partido Democrático (PD), se va a ocupar de resolverla a partir de esta mañana, cuando reciba el encargo oficial de formar el nuevo Gobierno por parte del presidente de la República, Giorgio Napolitano. A partir de entonces comenzará la ronda de contactos con el resto de formaciones políticas para lograr los apoyos necesarios que permitan sostener al Ejecutivo en el Parlamento. Se espera que estas conversaciones concluyan antes del jueves, cuando Renzi volverá al Palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, para jurar su cargo junto a los miembros de su Gabinete.
La estabilidad volverá por fin con las votaciones de investidura a las que se someterá el nuevo Gobierno. Se espera que el viernes la supere en el Senado y el sábado, en la Cámara de los Diputados. La gran preocupación de Napolitano es que esta crisis quede cerrada en falso. Italia asume el 1 de julio la Presidencia de turno de la Unión Europea y el presidente de la República quiere evitar por todos los medios que haya nuevos vaivenes políticos durante el segundo semestre del año, por el daño a la imagen del país que podrían suponer. Por eso pidió el pasado sábado, tras concluir su ronda de consultas, «espacio, serenidad y todo el tiempo necesario» a la persona encargada de liderar el próximo Ejecutivo.
El posible éxito de Renzi como primer ministro depende en parte de su capacidad de negociación durante estos días. Además de los apoyos parlamentarios, el alcalde saliente de Florencia (hoy por la tarde se despedirá del Ayuntamiento) deberá consensuar el reparto de los ministerios y el programa de Gobierno con Angelino Alfano, líder del partido Nuevo Centro Derecha (NCD), el principal aliado del PD durante el Ejecutivo precedente. Alfano quiere seguir siendo viceprimer ministro y titular de Interior, por lo que está dispuesto a alargar los plazos de las negociaciones para hacerse desear y lograr así que Renzi suba el precio. Éste, sin embargo, está tranquilo, según el testimonio de sus amigos recogido por el diario «La Repubblica». Considera la postura del líder de NCD propia de esta fase de negociación y se mostró seguro de que al final se llevará el gato al agua. «Son sólo resistencias por el miedo. Miedo a que empiece de verdad la revolución, pero ésta comenzará. Todo irá como debe ser», habría comentado el líder del PD. En las negociaciones tiene una importancia clave la designación del próximo ministro de Economía. Será una decisión vigilada por el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, pues Bruselas quiere estar segura de que Roma respeta sus compromisos de contención del déficit, reducción de la deuda pública y puesta en marcha de reformas estructurales. Dada la importancia del cargo y los condicionantes que pone el futuro jefe de Gobierno, que quiere a alguien no marcado por experiencias políticas pasadas, no resultará fácil encontrar a un nuevo inquilino para el Ministerio de Economía.
En esta fase previa a las negociaciones oficiales, a Renzi le han fallado dos de las opciones que había barajado para su nuevo Gobierno. Tanto el escritor y director de cine Alessandro Baricco como Oscar Farinetti, fundador de la cadena de supermercados Eataly, han rechazado su oferta para ocuparse de los ministerios de Cultura y Agricultura, respectivamente.
MINISTRABLES QUE SE CAEN
Alessandro Baricco
El escritor italiano no aceptó la oferta de Renzi para convertirse en el nuevo ministro de Cultura.
Oscar Farinetti
El fundador de la cadena de supermercados Eataly rechazó el ofrecimiento como ministro de Agricultura.
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