Política

Guerra en Siria

El santuario yihadista

La Razón
La RazónLa Razón

- El Estado Islámico de Siria e Irak, vinculado a Al Qaeda, ha tomado zonas de Raqqa y ha proclamado el Estado Islámico de Siria. ¿Existe el riesgo de que se extienda por el país?

–Está dentro de su proyecto panislámico, pero los rebeldes muestran una tozuda resistencia. Los acontecimientos de los próximos días van a ser decisivos. Numerosos grupos liberales y de islamistas moderados se están reuniendo para dar una respuesta conjunta a esta situación.

- ¿Han fagocitado los yihadistas a los rebeldes laicos sirios?

–Ellos se están beneficiando de la parálisis de la comunidad internacional en Siria, que está quedando como un terreno libre para los fundamentalistas laicos. La presencia de los yihadistas ha provocado nuevos escenarios de batalla. Los rebeldes sirios han iniciado unos combates muy duros contra los islamistas en el norte del país.

- El Estado Islámico de Irak está detrás de los secuestros de periodistas y activistas. ¿Qué persiguen con esta táctica?

–Buscan aterrorizar a los periodistas y a los trabajadores humanitarios que operan en el país. En paralelo, estas acciones les procuran un beneficio económico cuando se negocian las liberaciones. Tienen una agenda muy alejada de las reivindicaciones del pueblo sirio. Su ideología es completamente extraña a Siria y a su revolución

- ¿Está mutando la guerra siria hacia una guerra transnacional?

–Los yihadistas que operan en Siria son sobre todo extranjeros. La práctica de los secuestros está dentro de su lógica y no entraña nada nuevo desde el punto de vista táctico. Han secuestrado también a numerosos miembros de la oposición siria. En general los yihadistas son muy poco activos en la lucha contra el régimen de Bachar al Asad.

- ¿Cómo se puede cambiar la dinámica para impedir el avance de los islamistas?

–Está claro que el régimen de Asad es el que más se beneficia de su acción. Para que los rebeldes sirios vuelvan a tomar el control necesitan de la ayuda exterior. La revolución tiene dos enemigos: el régimen de Asad y los terroristas.

*Director de Arab Reform Initiative, en París. Preguntas elaboradas por R. Colomer