Política

Elecciones en Alemania

El SPD propone combinar la austeridad con el estímulo

La Razón
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Le gustaba decir al ex canciller Gerhard Schröder (1998-2005) que en una coalición de gobierno siempre hay un cocinero y un camarero, y los socialdemócratas se resisten a volver a ser los camareros de Merkel. En principio, la cercanía programática de la CDU y el SPD debería facilitar las cosas, pero los socialdemócratas temen perder su identidad en medio del magma merkeliano tras su traumática experiencia del primer mandato de Merkel. Entonces, recuerda Eckart Strateneschulten, director de la Academia de Berlín, «el SPD no fue reconocido por su trabajo para proteger a Alemania de la crisis internacional». Ahora, en medio de las turbulencias del euro, que los dos grandes partidos alemanes viajaran en el mismo barco sería una buena noticia para sus socios. De hecho, la presencia del SPD podría mitigar la ración de austeridad impuesta por la canciller. Las mayores discrepancias se encuentran, en cambio, en el terreno impositivo y social. Aunque la líder cristianodemócrata pueda terminar aceptando un salario mínimo, lo más difícil será pactar una política fiscal. Los socialdemócratas prometieron subir los impuestos a las rentas más altas para invertir ese dinero en Educación, Sanidad e infraestructuras. Merkel comparte el objetivo final, pero se niega a subir los impuestos.