Represión en Venezuela
Mazazo del chavismo al revocatorio contra Maduro
El Tribunal Supremo establece que la oposición necesita reunir el 20% del censo en cada uno de los 23 estados para celebrar el referéndum contra el presidente, lo que pone en riesgo la convocatoria.
El Tribunal Supremo establece que la oposición necesita reunir el 20% del censo en cada uno de los 23 estados para celebrar el referéndum contra el presidente, lo que pone en riesgo la convocatoria.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) pone más trabas al revocatorio. Saltándose de nuevo la Constitución, el máximo organismo judicial anunció ayer que la recogida del apoyo del 20% de los inscritos en el registro electoral para activar un referéndum que revoque el mandato de Nicolás Maduro debe hacerse, obligatoriamente, en los 23 estados y en el Distrito Capital. Y claro, si uno analiza la letra pequeña de la medida, hay trampa. «La falta de recolección de ese porcentaje en cualquiera de los estados o del Distrito Capital haría nugatoria la válida convocatoria del referéndum revocatorio presidencial», dice el fallo del Alto Tribunal.
En la sentencia se aclara que esta última etapa de requisitos para la activación del plebiscito, que es la constatación de las manifestaciones de voluntad de los que quieren revocar a Maduro, «no puede ni debe confundirse con el referéndum en estricto sentido, en el cual sí participa la totalidad del padrón electoral». La decisión del Supremo avala la anunciada por el Consejo Nacional Electoral, que ya había señalado que esta etapa debía realizarse por estados.
La oposición venezolana, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), había reclamado que el poder electoral exigiera que ese 20% de firmas (que se realizará los próximos 26, 27 y 28 de octubre) se llevase a cabo como una única circunscripción electoral y no como 23. Ahora, las opciones de seguir adelante con el referéndum para echar a Maduro se complican demasiado para la MUD.
Eduardo Martínez, analista de Visión Global, aclaró a LA RAZÓN que «en los estados más pequeños y rurales como Portuguesa, Amazonas o Cojedes, el Gobierno tiene mayor facilidad de maniobra para imposibilitar la recogida de firmas. Si en uno de esos estados no se llegara a conseguir el 20% de las firmas, una posibilidad muy real, el revocatorio quedaría anulado. De todas maneras, si ellos piensan que esto es insuficiente, buscarán otra forma de impedir la consulta. Por ejemplo, cuestionando la legitimidad de la MUD para convocar el referéndum».
El Gobierno venezolano ha venido endureciendo la normativa para la celebración del referéndum en las últimas semanas. El principal escollo ha sido el calendario. El Consejo Nacional Electoral ha dilatado los plazos lo suficiente como para que la consulta no se lleva a cabo este año, sino en 2017. Este dato es clave porque, si Maduro pierde, asumirá el poder su vicepresidente en lugar de celebrarse nuevas elecciones presidenciales. Otro obstáculo denunciado por la MUD ha sido la cantidad de mesas electorales habilitadas por las autoridades. Edwin Luzardo, diputado de la Unidad Democrática, aseguró que en cualquier otra elección se habrían desplegado en torno a 40.000 mesas en todo el país, mientras que en la votación para el revocatorio sólo se instalarán 1.356. Pese a ello, la MUD confía en que para esta etapa logrará el apoyo de mucho más del 20% de los inscritos en el registro electoral, porcentaje que equivale a casi cuatro millones de votantes. Además, el Consejo Nacional Electoral anunció que facilitaría menos de un tercio de las 19.500 máquinas «captahuellas» que solicitó la oposición.
Para Martínez, si finalmente el Gobierno lleva a cabo esta decisión del Supremo, «estaríamos en presencia de delitos muy graves, como uso del poder con fines criminales, abuso de poder, extralimitación, concierto para delinquir, concertación criminal y fraude a la Constitución».
Edmundo González, miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Mesa de la Unidad Democrática, dijo ayer a este periódico que la decisión del Supremo es «un desafío muy fuerte» a la oposición, pero remarcó que «a pesar de todo, el sentimiento nacional va a ser indetenible» y auguró una victoria los días de la votación. González reconoció que existen algunos estados complicados, como Nueva Esparta, donde en elecciones pasadas hubo dificultades en la contabilización de votos a favor por «los obstáculos físicos que puso el Gobierno». También se refirió como otro Estado «crítico» a Amazonas, en este caso por las condiciones geográficas de este territorio. El portavoz añadió que existen entre seis y ocho estados donde la oposición podría tener dificultades para llegar al 20% exigido por la ley, por eso, añadió, «hay que hacer un esfuerzo muy grande».
Retraso electoral
La decisión se produce días después de que la MUD dijera que el TSJ tendría preparada una sentencia para suspender de manera definitiva el camino al revocatorio, lo que llevaría, advirtió la alianza, a una toma masiva de las calles del país por parte de venezolanos que quieren que se haga el referéndum. Precisamente ayer, el chavismo hizo una demostración de fuerza al sacar a sus partidarios a la calle para respaldar la aprobación del presupuesto para 2017. La marcha finalizó junto a la sede de la Asamblea, donde Maduro recibió a sus simpatizantes.
Asimismo, el CNE anunció ayer que las elecciones de gobernadores y alcaldes se celebrarán en el primer y segundo semestre de 2017, respectivamente, en vez de finales de este año, como estaba previsto constitucionalmente.
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