El temor a un mayor control de las armas en EE UU dispara las ventas

El tirador de Las Vegas usó el mismo explosivo que en el ataque de Chelsea.

El asesino de Las Vegas Stephen Paddock tenía en su coche el mismo tipo de explosivo utilizado en el ataque bomba en el barrio de Chelsea (Nueva York) del año pasado. Se trata de unos cinco kilogramos de un material que se conoce con el nombre de Tannerite. En Estados Unidos, la venta de este potente explosivo, de fácil fabricación, es legal. Se consigue tras la mezcla de nitrato de amonio y polvo de aluminio, los cuales se suelen vender por separado. Sólo se prohíbe su transporte mezclado y uso en determinados parques naturales, debido al riesgo de incendio forestal.

De esta forma, avanza la investigación sobre las motivaciones de Paddock, que mató el pasado domingo a 58 personas e hirió a más de 500. Mientras, los agentes de Policía de Las Vegas buscan las piezas que encajen en este terrible rompecabezas. Generalmente, este tipo de asesinos son mucho más jóvenes y dejan detrás una hilera de pruebas que ayudan a entender sus razones de manera rápida y sencilla. No ocurre así en este caso.

Mientras tanto, las ventas de los «bump stocks» (dispositivos para modificar la culata de las rifles y convertirlos en automáticos) se han disparado en los últimos días, después de que Donald Trump y la Asociación Nacional del Rifle reconocieran que se va a revisar la ley para prohibirlos.

Estas declaraciones se produjeron después de que se confirmase que se hallaron doce de estos aparatos en la suite del hotel del asesino de Las Vegas. De esta forma, en estos últimos días no sólo se han elevado las ventas, sino que también se ha aprovechado para subir los precios en las subastas por internet de las armas en general. Por ejemplo, en la página web GunBroker.com, los compradores han pagado en los últimos días el doble y triple por ciertas armas de su valor habitual.

Esta reacción coincide con la de los mercados bursátiles donde subió el precio de las acciones de las compañías de armas al día siguiente del tiroteo ante las previsiones de que los estadounidenses se lanzasen a comprar más armas. Mientras tanto, los investigadores creen que pudo haber una persona de apoyo durante la matanza. Al parecer se encontró un cargador que no coincide con ninguno de los teléfonos móviles que pertenecían al criminal. Además, los registros del garage muestran que durante un período en que el auto de Paddock estaba fuera del parking del hotel una de sus llaves tarjeta se utilizó para entrar en su habitación.