Elecciones en Argentina

El trampolín de Cristina Kirchner a las presidenciales

La ex mandataria peronista marcha como favorita en las elecciones legislativas, paso previo para volver a la Casa Rosada

La ex presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ayer
La ex presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ayerlarazon

La ex mandataria peronista marcha como favorita en las elecciones legislativas, paso previo para volver a la Casa Rosada.

La vuelta de la dama peronista a los ruedos políticos. Es un retorno esperado por sus fieles, quienes abrazan a Cristina Kirchner como su salvadora ante la crisis política que aflige al país. Añoran los tiempos peronistas. Sin embargo detrás de está candidatura, hay intereses ocultos: Blindaje ante la justicia y un paso más hacia la reelección.

Por todo esto, estas elecciones, Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias –PASO-, aunque sean unas primarias donde los diferentes partidos eligen a sus candidatos, significan mucho más. Son un claro “termómetro” donde medir la sensación “política” que vive el país. De aquí los partidos afinaran estrategias de cara a las legislativas del 22 de octubre – donde se elige a la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, pero también, pensado en las presidenciales del 2019.

En la provincia de Buenos Aires, para este domingo, la ex presidenta Cristina Kirchner sigue primera con relativa comodidad, seguida desde no muy lejos por el ex ministro de Educación Esteban Bullrich y con el exjefe de Gabinete Sergio Massa, tercero a una distancia considerable.

En esos datos coinciden más o menos la mayoría de las encuestas y los distintos promedios que se pueden sacar de ellas: la intención de voto para Cristina ronda el 34%; la de Bullrich, el 30%; y la de Massa, el 20%. Muy lejos quedan el ex ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo (5,53%) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (2,85%).

La ex presidenta fundó este año una nueva coalición, Unidad Ciudadana (UC), que se presenta en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país con casi el 40% del padrón nacional.

Por otro lado cedió el uso de la tradicional sigla Partido Justicialista (PJ, peronista). Kirchner consideró que beneficiaba a la oposición compitiendo con su ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien pese a los sondeos ha insistido en postularse, desafiando el liderazgo en el PJ de la ex presidenta. Un enfrentamiento que tendrá costes futuros para el ex ministro, “un paria” dentro del “cristinismo”. En la mira de la Campora “ los cachorros –jóvenes-” de Cristina que aunque debilitados amenazan con emerger de sus cenizas y volver a tomar posiciones en la provincia. Son los que están movilizando a la gente en los mítines.

Una de las razones claves por las que la viuda peronista decidió formar el partido y presentarse, son las cinco causas que enfrenta por enriquecimiento ilícito. Si alcanzase la banca de Senadora tendría inmunidad, la misma de la que ha disfrutado hasta precisamente estos comicios, el ex presidente Carlos Menem. La Cámara Nacional Electoral (CNE) impugnó este lunes la candidatura al Senado del ex presidente argentino, de 87 años. La CNE impidió que Menem se presente por tercera vez consecutiva a senador por las dos condenas que tiene en contra.

Sin embargo con CFK no han podido hacer lo mismo, puesto que no tiene sentencias en firme. Pero si alguno de los procesos prosperase en su contra, el CNE podrían anular su candidatura en las próximas presidenciales.

Por otro lado los datos económicos han generado un malestar que beneficia a la oposición. Sobre todo porque la región del país donde la mejora tardará más en llegar es el Gran Buenos Aires. Los frentes económicos más complicados para los bonaerenses son la alta inflación unido a la suba de tarifas, la caída del consumo y la subida del dólar, por el impacto que tiene sobre los precios en la economía real.

Por su parte el jefe de Estado, Mauricio Macri, quien cerró campaña en la ciudad de Córdoba, ha reafirmado que “la Argentina comenzó a crecer. Quiero que quede claro que sabemos que el crecimiento no alcanzó todavía a muchos argentinos. Pero este es el comienzo del camino. Y estamos caminando en la dirección del progreso”, indicó. “Hay gente que se pone nerviosa” agregó.

Del otro lado la ex presidenta Cristina Kirchner, cerró su campaña con un acto en la Universidad Nacional de La Matanza (Unlam). La elección de La Matanza por parte de la exjefa de Estado no es casual: allí es donde cosecha los mejores resultados según los sondeos previos y donde sacaría la mayor diferencia.

En las afueras olor a choripán –pan con chorizo- bien regado con chimichurri –salsa picante- y mucho bombo. Gente joven y tercera edad. “Si no es por ella no tendríamos pensiones justas” asegura una señora que porta una foto del fallecido Néstor Kirchner. De fondo un zepelín azul se eleva con un dibujo estampado de un pingüino, el símbolo de la Patagonia.

En el interior en una sala pequeña, para lo que pudiera esperase de un evento de tamaña envergadura, aparece Cristina. Suena rock, nacional, por supuesto. La candidata recibe una lluvia de abrazos hasta que llega al atril, sonriente, vestida de blanco. Desde la palestra aprovecha para atacar al gobierno: “Siento que hemos retrocedido los argentinos, discutiendo de cosas que pensé no haríamos más, acerca del trabajo, de los que lo han perdido. De los hogares donde no hay comida. Yo he visto llorar a hombres. Tenemos que volver a reconstruir la dignidad de la ciudadanía. La gentes está nerviosa porque no llega a fin de mes. Este rumbo necesita tener un límite”.