El turbio pasado del general amigo de Chávez

El Gobierno bolivariano cruza los dedos. Si el general Hugo Carvajal llega a ser extraditado a EE UU, podría abrir la «Caja de Pandora» y airear los trapos sucios de los funcionarios chavistas. Una red de narcotráfico que conecta directamente el Palacio de Miraflores con la guerrilla de las FARC. El general Hugo Carvajal, que fue encarcelado en Aruba tras una operación de la DEA norteamericana y otras agencias federales, está acusado también de haber ordenado torturas físicas y psicológicas a presos políticos, según denuncias presentadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en Washington. El teniente José Humberto Quintero Aguilar, que está privado de libertad desde el 12 de enero de 2005, fue uno de los presos políticos torturado por órdenes de Carvajal. En Venezuela se acusa a Quintero Aguilar de traidor a la patria.

El militar fue golpeado en múltiples ocasiones después de ser amarrado a una silla con las manos hacia atrás. También le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza para causar asfixia mecánica y recibió golpes en el estómago. Estas agresiones provocaron lesiones lumbares y en el pecho, de acuerdo con el informe médico presentado ante la Comisión. La desorientación de espacio y tiempo fue otra de las técnicas aprobadas por quien fuera «el hombre fuerte de la Inteligencia chavista». Los documentos demuestran que a los presos políticos les quitaban el reloj que portaban y les cambiaban los horarios de suministro de comida, todo para «vulnerar a los detenidos y forjar sus testimonios». En la actualidad hay más de 100 presos políticos en Venezuela.

Carvajal fue jefe de Inteligencia militar venezolana entre 2004 y 2008 durante el mandato del fallecido mandatario Hugo Chávez. Estados Unidos colocó a Carvajal en una lista negra en 2008, acusándolo de proteger embarques de cocaína de las autoridades anti narcóticos de Venezuela y de proveer armas y refugio a los rebeldes de las FARC en la frontera con Colombia.

Mientras tanto, el Ejecutivo del presidente Nicolás Maduro mueve ficha para intentar lograr la liberación de Carvajal. Por lo pronto, el juez de Aruba no aceptó el argumento de inmunidad presentado por la defensa. «Las autoridades estadounidenses tienen, empezando a contar desde el pasado miércoles, 60 días para pedir la extradición de Carvajal, ya que si pasa ese periodo y no se recibe la petición, quedaría en libertad», explicó Peter Blanken, jefe de la Fiscalía de Aruba. El Gobierno venezolano ha exigido la liberación inmediata del diplomático. «Es un funcionario diplomático, independientemente de la fase en que se encuentre su nombramiento (como cónsul)», dijo el vicecanciller venezolano Calixto Ortega.