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El UKIP le roba los donantes a Cameron

La Razón
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Aparte del referéndum escocés, David Cameron tiene otra piedra en el zapato que ayer se convirtió en especialmente dolorosa después de que Paul Sykes, uno de los hombres más ricos del país, anunciara que deja de apoyar económicamente a los conservadores para empezar a financiar al UKIP. El partido del euroescéptico Nigel Farage se ha convertido en el peor enemigo para los «tories». El empresario dijo ayer que haría «todo lo que fuera necesario» para ayudar a la formación ante las elecciones europeas de mayo.

En las de 2009, el UKIP consiguió ser la segunda fuerza más votada, por delante de los laboristas y liberal demócratas. Un resultado similar en 2014 supondría un fuerte varapalo para Cameron, ya que se le complicaría el reto de alcanzar la mayoría absoluta en 2015 para poder mantener las llaves de Downing Street.

En las municipales de este año, los de Farage quedaron como segunda fuerza. Con sus promesas anti Europa y contra la inmigración, el partido ganó 139 asientos con respecto a 2009, mientras que los conservadores perdieron 335 y condados tan emblemáticos como Lincolnshire, el que fue hogar de Margaret Thatcher.