La embajadora de EEUU en España: «El Camino de Santiago te ayuda a limpiar el cuerpo y la mente»

Pocas cosas producen más satisfacción que completar el Camino de Santiago. Es un viaje de introspección que ayuda a limpiar el cuerpo y la mente. Pero aún más satisfactorio es poder compartir esta experiencia con un grupo de jóvenes estudiantes norteamericanos y españoles, ahondando en el verdadero y muy real poder que tiene la unión personal de nuestros jóvenes. Son ellos los que tomarán la antorcha de la futura relación entre nuestros dos países.

Despertaron mi interés mis amigos María Díaz de la Cebosa y Julián Linares cuando me hablaron de un programa de intercambio juvenil que apoyan a través de la Foundation for International Studies. Este programa trae cada año a España a estudiantes estadounidenses para que completen el Camino de Santiago junto a compañeros españoles. En este caso, los estadounidenses venían de Miami, Florida, como estudiantes del Miami-Dade College –una de las instituciones educativas más grandes de Estados Unidos–y de un instituto público del barrio en el que yo crecí, el Bronx, en la ciudad de Nueva York. Por su parte, los adolescentes españoles que se unieron a nosotros acababan de completar un curso de inglés norteamericano de dos años de duración que apoya la Embajada de los Estados Unidos en España. Mi objetivo en el camino era aprender de primera mano sobre las vivencias y visicitudes de estos jóvenes (nuestros ciudadanos diplomáticos) y por eso decidí unirme a ellos en su viaje de 100 kilómetros a lo largo del Camino.

Vivimos en un mundo cada vez más digital, comunicándonos en remoto a través de aplicaciones y emojis, pero nada se puede comparar con la interacción cara a cara, caminando hombro con hombro con otras personas. Las conexiones entre pueblos, como las que se crean a través de programas de intercambio internacional como este, son uno de los pilares de la diplomacia y la base de la confianza entre naciones. Desafían los prejuicios y cultivan la empatía. También mejoran las habilidades lingüísticas. Al mejorar su inglés y aprender más sobre la cultura estadounidense, los adolescentes españoles (muchos de los cuales son inmigrantes o hijos de inmigrantes de América Latina, África y Europa del Este) amplían su panorama profesional y abren la posibilidad de estudiar en universidades estadounidenses en el futuro. Por su parte, muchos de los estudiantes de Miami y Nueva York crecieron, como yo, hablando español en casa

y esta fue una oportunidad para que descubrieran las complejidades del español que se habla en el país donde nació el idioma. Este conocimiento trae consigo un respeto más profundo por el patrimonio cultural común, pero también una perspectiva más realista del país que es España hoy.

Los estudiantes hablaban en inglés y español, compartiendo historias de sus vidas en sus respectivos países, su música favorita, las últimas tendencias en las redes sociales y sus aspiraciones académicas y profesionales. Los estadounidenses han descubierto las complejidades y sutiles diferencias con el español que se habla en la cuna del idioma. Los españoles han aprendido sobre la vida universitaria en Estados Unidos y otras oportunidades abiertas a los jóvenes extranjeros en mi país, como los intercambios y los campamentos y experiencias laborales de verano.

Todos se han hecho muchas preguntas, algunas incómodas, sobre los retos económicos, sociales y políticos de sus respectivos países. ¿Cómo ven los jóvenes hispanos el legado cultural de España en el continente americano? ¿Qué pueden aprender los estadounidenses de la España moderna y democrática de hoy? ¿Qué significa para los jóvenes europeos una guerra en su frontera oriental? De hecho, uno de los participantes, llegado a España desde Ucrania como refugiado, ha compartido su propia experiencia. Relató los desafíos de dejar atrás su tierra natal, reasentarse, conocer nuevos amigos y aprender un idioma desde cero.

En apenas unos días, he visto a estos jóvenes diplomáticos crecer mientras desarrollaban cualidades cruciales en nuestro mundo globalizado: sensibilidad cultural, tolerancia y respeto por el prójimo. No dudo de que nunca olvidarán estas enseñanzas que desde luego determinarán el camino que tomen a medida que crecen y se convierten en adultos.

Todos los jóvenes, sin importar su origen o sus ingresos, han de poder beneficiarse de una experiencia internacional. Desde 2001, el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece becas—mas de 3.600 en el año académico 2022/2023—a estudiantes de Estados Unidos con pocos recursos para estudiar en el extranjero. Este año, España ha sido el destino preferido, una muestra más de la hospitalidad española y del valor del trabajo realizado en España por los gobiernos a nivel nacional y local para crear un entorno receptivo y acogedor para los estudiantes extranjeros.

Queremos que ese número siga creciendo y también que más españoles elijan realizar un intercambio educativo en Estados Unidos. Trabajamos para crear vínculos entre universidades y, más recientemente, entre instituciones de formación profesional superior en España y sus equivalentes en Estados Unidos, los "community colleges.”Con estas iniciativas, buscamos ampliar la diversidad de personas que puedan beneficiarse del conocimiento lingüístico y cultural que resulta de una estancia en el extranjero. A la vez, brindamos servicios gratuitos de consulta e información en nuestros centros de EducationUSA para que los jóvenes españoles puedan considerar la posibilidad de ir a estudiar a Estados Unidos. Así contribuimos a la formación de los profesionales del futuro que serán quienes transformen nuestras economías a la vez que construimos sociedades más prósperas, sostenibles y equitativas en el siglo XXI.

Como he aprendido en el Camino, Estados Unidos y España compartimos una historia y cultura comunes. Hoy, batallamos en la lucha por un futuro más inclusivo y por nuevas oportunidades para nuestros jóvenes, sin importar su clase, origen o futura profesión. En mi país, también existen caminos excitantes y oportunidades para los estudiantes españoles. Explorémoslas juntos.