
Dron de combate
La empresa Lockheed Martin presenta su gigantesco dron de combate: es un híbrido entre avión y helicóptero
La compañía estadounidense Sikorsky presenta Nomad, una nueva familia de drones que despegan como un helicóptero y vuelan como un avión, con versiones que van desde pequeños aparatos de vigilancia hasta el tamaño de un Black Hawk

La viabilidad de este proyecto ya ha sido demostrada. No se trata de un simple diseño sobre el papel, sino de una tecnología que Sikorsky, el gigante estadounidense de la defensa integrado en Lockheed Martin, ha validado con éxito. Un prototipo a escala, bautizado como Nomad 50, completó su programa de vuelos de prueba a lo largo de 2025, sentando las bases para el siguiente paso: la construcción del Nomad 100, un modelo de mayor envergadura cuyo primer despegue se espera para los próximos meses.
De hecho, lo que la compañía norteamericana ha puesto sobre la mesa es una familia de drones completamente nueva. La propuesta, llamada Nomad, busca romper las barreras tradicionales de la aviación militar al fusionar en una sola plataforma dos capacidades hasta ahora separadas. Se trata de aparatos que combinan la agilidad de un helicóptero para las operaciones verticales con la velocidad y el alcance de un avión de ala fija. Este tipo de innovaciones subraya la creciente importancia de los sistemas no tripulados en los conflictos modernos, donde también se están desarrollando soluciones específicas para contrarrestar la amenaza de los drones.
Esta concepción híbrida le otorga su principal ventaja estratégica: la independencia de las pistas de aterrizaje. Dicha capacidad es fundamental tanto en despliegues terrestres sobre terrenos complicados como en operaciones navales, donde el espacio en la cubierta de los buques es un recurso sumamente limitado. Para las fuerzas armadas, esta autonomía logística supone un salto cualitativo de primer orden. Esta capacidad naval lo posiciona como un activo clave en un entorno donde se están diseñando drones cada vez más especializados para el combate en el mar.
Asimismo, el corazón tecnológico de estos aparatos reside en la avanzada autonomía del sistema MATRIX, un desarrollo propio de Sikorsky para la planificación de rutas y la evasión de obstáculos sin intervención humana, según informa el medio Interesting Engineering. La mayoría de las variantes del Nomad estarán impulsadas, además, por un sistema híbrido-eléctrico que busca no solo una mayor eficiencia, sino también reducir la huella acústica y logística en pleno teatro de operaciones. Esta carrera por la superioridad autónoma no es exclusiva de Estados Unidos, ya que otros actores internacionales también avanzan en este campo, como demuestra el desarrollo de un nuevo dron ruso que utiliza IA para la selección de objetivos.
Un abanico de misiones para un diseño modular
En este sentido, la polivalencia es la piedra angular del programa. El diseño de los Nomad los hace idóneos para un espectro de misiones extraordinariamente amplio, que abarca desde tareas de reconocimiento y vigilancia hasta ataques ligeros. Su capacidad de carga también les permite ejecutar misiones de transporte para el reabastecimiento de tropas en el frente.
Por otro lado, su versatilidad se extiende incluso al ámbito civil o de emergencias, ya que podrían ser una herramienta clave en operaciones de ayuda humanitaria tras desastres naturales, llevando suministros a zonas donde las infraestructuras han quedado completamente inutilizadas. Esta flexibilidad se debe a que es un concepto totalmente escalable, permitiendo adaptar el tamaño del dron desde un aparato pequeño hasta una aeronave con las dimensiones de un helicóptero Black Hawk.
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