Rusia

Erdogan recurre a Putin para relanzar la maltrecha economía de su país

El presidente turco sella la paz con su homólogo en Moscú, pero insiste en que no busca «alternativas» a sus lazos con Occidente

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (i), y el presidente ruso, Vladimir Putin, en el Palacio Konstantinovsky en Strelna a las afueras de San Petersburgo en Rusia
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (i), y el presidente ruso, Vladimir Putin, en el Palacio Konstantinovsky en Strelna a las afueras de San Petersburgo en Rusialarazon

La foto de ayer en San Petersburgo de Putin y Erdogan juntos de nuevo, reconciliados tras el incidente por el derribo de un caza ruso en noviembre, bien pudo inquietar a las cancillerías occidentales.

La foto de ayer en San Petersburgo de Putin y Erdogan juntos de nuevo, reconciliados tras el incidente por el derribo de un caza ruso en noviembre, bien pudo inquietar a las cancillerías occidentales. Sin embargo, la parte turca se esforzó por restar contenido político al encuentro, dejando claro que no pretende gestar un nuevo eje, pese al descontento por las críticas desde Occidente por la purga en instituciones públicas que ha seguido a la asonada militar. «Turquía no está buscando alternativas a sus lazos con Occidente», afirmó Ilnur Cevik, asesor del líder otomano.

La rueda de prensa de los presidentes versó casi en exclusiva sobre economía, asunto de interés común, mientras que reconocieron que en sus más de tres horas reunidos ni siquiera se mencionó Siria, donde mantienen posturas opuestas. Ayer era un día para hacer borrón y cuenta nueva, para escenificar reconciliación y buscar puntos de encuentro. «La llamada de Putin significó mucho para mí psicológicamente», afirmó Erdogan, en referencia al apoyo ruso tras el intento de golpe de Estado. «Mi querido amigo Vladimir y yo hemos demostrado hoy posturas similares en pos de la normalización de relaciones», relató el líder turco, que acudió a la cita, su primer viaje al extranjero desde la asonada militar, acompañado de una generosa delegación ministerial, incluidos los titulares de Exteriores, Economía, Turismo, Agricultura y Energía. Putin, por su parte, correspondió agradeciendo la visita pese a «la difícil situación política en Turquía», lo que «muestra el interés de Ankara por restablecer la colaboración». Cabe recordar que Erdogan, que llegó a decir que esperaba las disculpas de Rusia por la violación del espacio aéreo turco, se disculpó finalmente ante Moscú en junio por el incidente.

La reunión de ayer sirvió, en palabras de Putin, para marcar una hoja de ruta con la que normalizar las relaciones y recuperar el nivel de cooperación previo al derribo del caza. Desde entonces, el intercambio comercial ha caído un 43%, en buena medida por las sanciones de castigo introducidas por Moscú –especialmente dolorosos para Turquía han sido el embargo alimentario y el veto a vuelos chárter–. El sector agrícola otomano se había aprovechado del vacío dejado en el mercado ruso por los productos europeos, mientras que Turquía fue en 2015 el primer destino de los turistas rusos, 3,9 millones, la mayoría llegados en los vuelos chárter. Putin se comprometió ayer a un levantamiento paulatino de esas medidas, si bien evitó establecer un calendario concreto. «El proceso ya ha arrancado, pero requiere tiempo», afirmó.

Otro de los titulares del encuentro es la reanudación de «Turkstream», el gasoducto por debajo del mar Negro y a través de Turquía con el que Rusia busca evitar la dependencia de Ucrania en el suministro a Europa, proyecto que se congeló tras el derribo del caza. «El gasoducto se construirá, de hecho será un proyecto prioritario», afirmó el líder otomano, que se ha comprometido a acelerar la construcción, como reclama Moscú. El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, fijó para 2019 la fecha de finalización de la primera de las dos tuberías de Turkstream, ambas con destino a la Unión Europea, pero que también suministrarán gas a Turquía, que obtendrá un jugoso descuento en la tarifa.

Otro proyecto que se acordó ayer retomar es la central nuclear de Akkuyu, la primera de Turquía, que se construye con tecnología rusa. «Hemos hablado de grandes proyectos de energía conjuntos, cuya reanudación requiere decisiones políticas. La parte turca ya ha tomado las decisiones correspondientes sobre la construcción de la planta nuclear de Akkuyu y el gasoducto Turkstream», celebró Vladimir Putin.