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Erhna Solberg, futura primera ministra: La conservadora de «hierro»

La conservadora Erna Solberg cumplió hoy los pronósticos y lideró la victoria del bloque opositor de derecha en las elecciones legislativas noruegas.

Solberg no logró arrebatar a los laboristas la condición de fuerza más votada para redondear una noche "histórica"por el triunfo opositor y el mejor resultado de su partido en casi tres décadas, que llevará a un conservador al poder 23 años después.

"Erna de hierro", como la apodaron en su etapa como ministra, culminó hoy casi diez años al frente del partido, un liderazgo que le ha costado mantener y que en algunos momentos fue muy cuestionado por los malos resultados electorales.

Al año de ascender a la jefatura conservadora, su partido se desplomó en las Legislativas de 2005, lo que la colocó en una situación muy delicada y le obligó a jugarse el puesto en las Municipales de 2007.

El triunfo conservador en esos comicios le dio aire, aunque los rumores sobre su posible sustitución por el vicepresidente del partido, Per-Kristian Foss, no quedaron despejados hasta unos meses antes de las siguientes elecciones de 2009.

Solberg mejoró notablemente los resultados de cuatro años antes, pero aunque no pudo evitar la victoria apretada de la coalición "rojiverde"del laborista Stoltenberg, marcó el inicio de una tendencia claramente ascendente.

Los sondeos llegaron incluso a colocar hace unos meses como primera fuerza al partido de Solberg, que no dudó en lanzarse al agua, vestida con un traje de supervivencia, en un simulacro de rescate marítimo en un acto preelectoral.

La determinación es una constante en la vida de Solberg (Bergen, 1961), quien fue diagnosticada con dislexia a los 16 años.

Involucrada en labores de voluntariado y en el movimiento estudiantil en su juventud, Solberg inició su carrera política en su localidad natal, en la que fue concejala en varios períodos.

Entró en el Parlamento en 1989, cuando ya había finalizado sus estudios de Sociología y Ciencias Políticas, y años después presidió la Asociación de Mujeres Conservadoras (1994-1998).

Fue ministra de Administraciones Locales y Regionales en el segundo Gobierno del democristiano Bondevik (2001-2005), y de esa época le viene el apodo de "Erna de hierro", por su línea dura en inmigración y por sus presiones a Extranjería para intentar expulsar del país al líder religioso kurdo mulá Krekar.

Su etapa de ministra se vio salpicada también por el "caso Vanunu", por el "espía atómico"israelí Mordejai Vanunu, al que su departamento negó asilo político para no enturbiar las relaciones políticas con Israel, como se reveló años más tarde.

Pero el sobrenombre que recibió en esa época no se ajusta con su personalidad, sostiene Solberg, que no ha tenido problemas en hablar de sus problemas de sobrepeso.

"También tengo mis complejos. Espero poder demostrar que las mujeres pueden llegar lejos sin ser jóvenes, guapas y delgadas. Muchos creen que el envoltorio decide hasta dónde llegas, pero lo que cuenta es saber de lo tuyo. La confianza y la credibilidad son los que valen a la larga", confesó una vez en una entrevista.

Solberg será la segunda mujer en ejercer la jefatura de gobierno en Noruega, después de Gro Harlem Brundtland, la carismática líder laborista que presidió varios gabinetes en las décadas de 1980 y 1990.