Elecciones

Eslovaquia se asoma a la órbita de Putin con Robert Fico como favorito en las elecciones

El país de la UE acude este sábado a las urnas con el populista de izquierdas Robert Fico liderando las encuestas

Eslovaquia.- El hastío popular impulsa a Robert Fico como favorito en las parlamentarias del sábado en Eslovaquia
Eslovaquia.- El hastío popular impulsa a Robert Fico como favorito en las parlamentarias del sábado en EslovaquiaEuropa Press

Este Eslovaquia vivirá unas nuevas elecciones en las que Robert Fico parte como gran favorito. No se trata de un político desconocido en los pasillos comunitarios , ya que ha ocupado este cargo en dos ocasiones: entre 2006 y 2010 y entre 2012 y 2018. Pero esta vez es diferente. El perfil prorruso de Fico comienza a inquietar en las cancillerías europeas en un momento en el que el apoyo a la guerra en Ucrania sigue centrando los esfuerzos de las instituciones comunitarias, ante una contienda que nadie se atreve a pronosticar cuándo terminará.

Según la televisión ta3, Fico puede llegar a conseguir el 22% de los votos , seis puntos por encima de Michal Šimecka, candidato del partido Eslovaquia Progresista. Unas cifras que sorprenden teniendo en cuenta que la extinta Checoslovaquia fue uno de los países de la antigua órbita soviética que primero se enfrentó al poder de Moscú, tal y como se puso de manifiesto en la primavera de Praga. Una encuesta más reciente del pasado miércoles elaborada por la agencia AKO, sin embargo, da al partido Eslovaquia Progresista el 18% , seguido del 17,7% para el partido de Fico y de un 15% para Hlas.

Hasta el momento, las capitales europeas han pasado con relativa buena nota la prueba de preservar la unidad, pese a ciertas tensiones provenientes de Budapest. La Hungría de Viktor Orban ha obstaculizado en varias ocasiones la adopción de sanciones contra Rusia, pero al final la sangre no ha llegado al río y los castigos han acabado adoptándose por unanimidad con la luz verde del país magiar y tras algunas concesiones. En las instituciones europeas se acoge con cierta resignación las declaraciones incendiarias que Orban realiza de cuando en cuando sobre la guerra en Ucrania, pero son interpretadas como mensajes más en clave interna que externa. El temor es que, ante una guerra que puede comenzar a parecer casi eterna, la unidad de las capitales europeas se vaya resquebrajando lentamente.

Hasta ahora, este peligro parecía conjurado. Pero a la posible vitoria de Fico se unen las tensiones por la crisis del grano. Tras la invasión de Ucrania, la UE llegó a un acuerdo con Kiev para eliminar la mayoría de aranceles a los productos que entraban en el club comunitario. El grano ucraniano ha inundado los mercados de los países fronterizos, lo que ha hecho que los precios se hayan hundido, en perjuicio de los agricultores.

Para hacer frente a esta situación, el Ejecutivo comunitario decidió de manera temporal permitir a los países del Este imponer restricciones comerciales al grano para consumo interno, mientras se seguía garantizando el transito de cereales para alimentar a otros países. La Comisión Europea ha decidido terminar con estas medidas temporales, lo que ha soliviantado a Hungría, Eslovaquia y Polonia que consideran necesaria su prórroga hasta finales de año.

En medio de estas tensiones, el gobierno polaco, uno de los más firmes defensores de Ucrania hasta el momento, anunció el cese en la entrega de armas al país invadido por Putin, ante la necesidad de fortalecer su propio ejército. Este giro del primer ministro, Mateusz Morawiecki, se interpreta como la necesidad de hacer frente a la presión de la extrema derecha antes de las elecciones del 15 de octubre. Por eso, las elecciones de hoy en Eslovaquia y las de Polonia hacen temer un cambio de ciclo en la ayuda a Kiev.

Tras el inicio de la contienda, Eslovaquia ha sido uno de los países que ha apoyado de manera más decidida a Ucrania. Fue uno de los primeros en proporcionar el sistema antiaéreo S-300 soviético y la pasada primavera también puso a disposición de Kyiv trece aviones de combate ex soviéticos MIG-29. Esta ayuda inquebrantable se ha producido a pesar de que en los últimos tres años y medio el país ha estado gobernado por cuatro gobiernos diferentes y de la dependencia energética respecto a Moscú.

Pero la población eslovaca parece estar cansada de este apoyo. Según la encuesta de opinión del Globsec, el 69% de los encuestados consideran que dar más armas a Ucrania alargará el conflicto y provoca innecesariamente a Rusia y el 76% está en contra de las sanciones. Además el 34% cree que la invasión fue causada por Occidente y tan sólo el 40% culpa de manera directa al Kremlin por la invasión.

Algunos analistas responsabilizan de estos resultados a las campañas de desinformación rusas y a la falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones, un clima enrarecido que puede utilizar Fico para salir victorioso de estas elecciones. Este político considerado un populista de izquierdas que tuvo que presentar su dimisión tras el asesinato de un periodista que investigaba casos de corrupción que conectaban a representantes del gobierno eslovaco con empresarios italianos vinculados con la mafia calabresa italiana. A pesar de esto, las encuestas vaticinan su resurrección política.

«El nuevo gobierno que se formará después de las elecciones debe dejar claro que prolongar la guerra en Ucrania y continuar armando al país no responde a los intereses de la Unión Europea ni de Eslovaquia», ha asegurado el aspirante a volver a convertirse en primer ministro. Además, Fico tampoco es partidario de un nuevo paquete de sanciones europeas contra la Rusia de Putin sin analizar cuidadosamente las repercusiones de las mismas para el país y el conjunto del club comunitario. «El Gobierno estará listo para brindar asistencia humanitaria a Ucrania dentro de sus capacidades, pero existen nuestras prioridades eslovacas, que deberían tener prioridad sobre Ucrania», ha añadido. Unas palabras que suenan como música celestial para el Kremlin.