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España alerta de las consecuencias de no apoyar la estabilidad en Libia

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto los ministros de Asuntos Exteriores de España y de Libia, posa en la foto de familia durante la Conferencia sobre Estabilidad y Desarrollo en Libia, que se celebra hoy en Madrid
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto los ministros de Asuntos Exteriores de España y de Libia, posa en la foto de familia durante la Conferencia sobre Estabilidad y Desarrollo en Libia, que se celebra hoy en Madridlarazon

Madrid acoge la Conferencia sobre Libia que ha organizado el Gobierno español en Madrid y en la que participan responsables de 21 países e instituciones.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha abogado hoy por el apoyo total de la comunidad internacional a la estabilidad en Libia y ha aprovechado para subrayar la necesidad de respetar toda Constitución sin que ningún actor político pretenda imponer unilateralmente su visión y actuar al margen de la ley.

Rajoy ha hecho esa apelación en su intervención de apertura de la Conferencia internacional sobre Libia que se celebra en Madrid con la participación de representantes de 21 estados y organizaciones internacionales, entre ellas la Alta Representante de la UE, Federica Mogherini.

El jefe del Ejecutivo, sin que en ningún momento haya hecho referencia explícita a la situación que se vive en Cataluña, ha recalcado que sin instituciones sólidas y sin estabilidad política y territorial es imposible construir el futuro.

Ha añadido que las transiciones ("y en España lo sabemos bien", ha subrayado) se construyen con el diálogo y el consenso, y la única garantía de éxito reside en que los actores políticos y la sociedad civil tengan un objetivo común "que irremediablemente pasa por ahondar en los factores de unidad y no en los de división".

"Este espíritu está vivo y no se ha evaporado. En los albores de una transición hacia la democracia, ningún actor puede imponer su visión sobre los demás ni actuar unilateralmente al margen de la ley", ha añadido.

En esa línea, ha insistido: "Hay que ser responsable y valiente, firme y prudente, cediendo cuando es necesario para alcanzar un bien superior, la libertad, la unidad y la prosperidad de los ciudadanos".

Para Rajoy, la Constitución debe reflejar ese acuerdo fundacional como marco de convivencia estable al que todos se deben y todos tiene la obligación de respetar.

"La seguridad de Libia es nuestra seguridad; la estabilidad de Libia es nuestra estabilidad", ha enfatizado el presidente del Gobierno, quien ha expresado el total apoyo de España a las aspiraciones democráticas del pueblo libio y la preocupación de la comunidad internacional por el peligro que la situación en Libia tiene para el Mediterráneo, el Magreb y el Sahel.

Para Rajoy, la conferencia que hoy se celebra en Madrid es una contribución más a los esfuerzos internacionales para reconducir la situación en territorio libio y lograr una senda que lleve a la paz, el progreso y la democracia.

Tras abogar por "una Libia unida, soberana, próspera y democrática", con instituciones sólidas y con una integridad territorial preservada, ha considerado que son las autoridades libias las que deben guiar a los que quieren ayudar.

Para lograr esos objetivos ha considerado indispensable que "las armas cedan el paso a la política"y lograr un alto el fuego inmediato e incondicional, porque, a su juicio, la prioridad esencial es la seguridad ya que, sin ella, los esfuerzos por estabilizar la vida política serán inútiles.

Rajoy ha animado a las autoridades libias a impulsar un diálogo que propicie la reconciliación nacional y ha considerado que la Cámara de representantes formada tras las elecciones de junio tiene una clara legitimidad política para impulsar este proceso formando un gobierno que una a todos los ciudadanos de Libia.

En la sesión de apertura de la conferencia ha intervenido también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien ha rechazado las interpretaciones de que la esperanza de la denominada "primavera árabe"se haya convertido en "un largo invierno"y ha apostado por el trabajo de la comunidad internacional para lograr la estabilidad en Libia.

Ha alertado de que ante la existencia de un nuevo orden político en Libia surgen dos amenazas, la de los partidarios del viejo régimen que se resisten a desaparecer y la de quienes pretenden imponer el caos para beneficiarse de la confusión que considera innata a toda transición.

Especial atención ha dicho que hay que prestar a que los partidarios del caos no triunfen porque eso sería en beneficio de "la vanguardia más sanguinaria de la yihad".

Para Margallo, Libia es "una piedra preciosa en el sueño yihadista de crear un calificato unificado", entre otros motivos, por su privilegiada posición estratégica.

Por eso mismo es por lo que ha dicho que la comunidad internacional debe volcarse en evitar que Libia se convierta en un nuevo escenario del yihadismo y un lugar de destino de combatientes extranjeros como lo son ya Siria e Irak.

Aún se está a tiempo de evitarlo, según Margallo, y, por eso, ha abogado por ayudar al pueblo libio no sólo con palabras, sino con hechos. "Nosotros, sus amigos -ha dicho el ministro- no les vamos a dejar solos".

Por su parte, el representante especial de la ONU para Libia, el español Bernardino León, ha advertido hoy a la comunidad internacional de que si no reconoce que la estabilización de este país no es sólo una cuestión interna, habrá consecuencias muy graves para la paz y la seguridad mundiales. A su juicio, "la solución para Libia tiene que ser Libia", negociando en el marco de la actualidad legitimidad política emanada de las elecciones.

"Los dirigentes libios tendrán que actuar rápidamente y buscar una solución política a través de un diálogo de fondo e incluyente", ha señalado León, quien ha garantizado que la ONU hará todo lo que esté en sus manos para ayudar a los libios a ir reduciendo sus divisiones.

Pero ha instado a la comunidad internacional a apoyar a las Naciones Unidas en ese objetivo.

"Tenemos que trabajar todos para crear un clima que permita que este proceso político sea un éxito", ha señalado Bernardino León, quien ha considerado que la comunidad internacional tiene que lanzar un claro mensaje a favor del alto el fuego en Libia porque considera que está en juego su credibilidad.

León ha recordado su reciente viaje a Libia en el que tuvo oportunidad de analizar la situación que vive el país con diversos representantes de la sociedad y de todo su espectro político, y ha dicho que se quedó "tranquilizado"por la voluntad de todas las partes en colaborar para lograr una solución por la vía pacífica.

Asimismo, ha explicado que en su posterior comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresó su convencimiento de que la solución no puede ser militar, sino que debe venir por un consenso sobe principios clave como el respeto a la declaración constitucional, el proceso democrática, las elecciones del pasado 25 de junio y un rechazo inequívoco del terrorismo.

Bernardino León ha apelado al que ha denominado "espíritu de Madrid", que ha dicho que "ha iluminado tantas reuniones en la Transición", para enviar hoy un claro mensaje de apoyo al pueblo libio.

En la sesión inaugural de la conferencia ha intervenido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha aprovechado para felicitar a León por su designación como representante de la ONU para Libia y considerar que es una buena noticia que ese puesto sea ocupado por un español.