Política

Estado Islámico

España contempla «todas las opciones» para combatir al EI

Margallo apuesta por el amparo de la ONU

La Razón
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Que España está «en la línea de vanguardia de la lucha contra el terrorismo yihadista» es incuestionable. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, volvió ayer a recordarlo citando la participación española en operaciones de mantenimiento de la paz en Afganistán, Mali o Somalia. Pero el fantasma de la guerra de Irak de 2003 sigue estando muy presente como para decidir una nueva intervención militar en aquel país dentro de la coalición que Estados Unidos espera reunir en la lucha contra el Estado Islámico (EI).

Según el ministro, «todas las opciones» son posibles, pero la de que Madrid se sume a una campaña de bombardeos en Irak «no está sobre la mesa», dijo al margen de la cumbre organizada por el presidente francés, François Hollande. España ya contribuye dentro de la coalición internacional, explicó, y aclaró que una eventual participación en operaciones de carácter militar está supeditada a tres exigencias: «Que se nos pida; que esté amparada por una resolución internacional y que tenga el consenso de las fuerzas políticas nacionales». Esto supondría, desde el punto de vista legal, indicó el ministro, además del necesario apoyo del Gobierno español, una discusión en el Parlamento. Mientras países como Francia enviaban ayer a territorio iraquí dos aviones Rafale en una misión previa de reconocimiento y Australia preposicionaba en Emiratos Árabes Unidos 600 hombres y medios aéreos, García-Margallo aseguró ayer que, por el momento, «no ha habido ninguna petición concreta a España», dejando abierta la posibilidad a cualquier tipo de participación española si se cumplen los requerimientos.

La conferencia de ayer tenía como objetivo coordinar las distintas ayudas y acciones en función de lo que cada país estaba dispuesto a aportar. «Estamos esperando a que se diga qué es lo que se necesita, qué es lo que se espera de nosotros y en qué podemos ser más útiles», dijo el ministro a la Prensa, aclarando que la participación militar abarca desde compartir servicios de Inteligencia, abastecimiento en vuelo, equipamiento letal y no letal hasta ataques aéreos. España podría poner a disposición sus bases militares, «es una opción que ya ha estudiado el Gobierno», adelantó García-Margallo, lo que requeriría una autorización específica en caso de que no llegue respaldada directamente por la OTAN, pero de momento Estados Unidos, puntualizó, «no lo ha solicitado». También hizo hincapié en toda una serie de acciones que ya están en marcha «y que España va a seguir acentuando», recalcó el jefe de la diplomacia española, que citó la ayuda humanitaria aportada por nuestro país, la lucha contra la propaganda terrorista, contra el reclutamiento de personas en territorio español o para contrarrestar la propaganda radical.

Se estima que más de un millar de europeos luchan en las filas de grupos yihadistas en Irak y en Siria y muchos ya han vuelto a sus países de origen. «La amenaza yihadista es una amenaza que afecta, en primer lugar, a los países de la región, pero luego a todos los países del mundo. Ningún país puede conservar a la larga su libertad en medio de una guerra continua», sentenció el ministro, quien destacó igualmente otras iniciativas en las que interviene España como la mediación en el Mediterráneo, iniciada con Marruecos.

¿Cómo se puede contribuir?

- Ceder las bases.

Según apuntó Margallo, España podría poner a disposición sus bases militares para aviones de EE UU, una opción «que ya ha estudiado el Gobierno».

- Modificar el Código Penal.

El ministro de Exteriores también señaló que se podrá cambiar el Código Penal para ser más efectivo a la hora de perseguir a yihadistas en España.