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Esta es la piscina más grande del mundo: está en el desierto y tarda varias semanas en llenarse

Llenar esta construcción de decenas de miles de metros cuadrados requiere alrededor de trescientos millones de litros de agua

Esta piscina cuanta con casi 100.000 metros cuadrados y posee el récord Guinness
Esta piscina cuanta con casi 100.000 metros cuadrados y posee el récord GuinnessDreamstime

 Piscinas, cascadas, playas fluviales, embalses o ríos son algunos de los bienes naturales en los que nos gusta darnos un chapuzón, en especial en verano. La naturaleza o las construcciones artificiales nos brinda esta posibilidad en estos lugares, que por minúsculos que sean, son bienvenidos, aunque hay otros que optan al récord Guinness. La piscina más grande del mundo, situada en el desierto, tiene ese honor gracias a su inmensa longitud.

En concreto, se encuentra en Egipto, en el corazón del lujoso resort Citystars Sharm El Sheik. Una piscina de hasta 96.000 metros cuadrados y que abarca unas 12,5 hectáreas, construida en donde anteriormente a escasos kilómetros del Mar Rojo donde anteriormente solo estaba el desierto del Sinaí.

La obra corresponde a a Crystal Lagoons, la misma firma que había construido la que, antes que esta construcción egipcia, era la piscina más grande del mundo (San Alfonso del Mar, en Chile).

Dónde está la piscina más grande del mundo, cuál es su profundidad y cuánto mide

El sistema de llenado mediante agua del mar tiene una duración de unos veintidós días, para completar un proceso consistente en la extracción del líquido mediante el bombeo desde los acuíferos. Requiere alrededor de trescientos millones de litros de agua, mide 180 metros de largo y 750 de largo.

El resort Citystars Sharm El Sheik es un complejo puede acoger a 30.000 turistas y tiene hoteles, campos de golf, centro comercial y otras once piscinas. Su construcción ha costado 4.900 millones de euros. El lugar es conocido como "Las Vegas de Oriente Medio", por sus similitudes en cuanto a la ubicación y al lujoso estilo de vida del que ambas hacen gala.

En la actualidad, un muro de seis metros de alto rodea el resort, y solo se puede acceder a la ciudad a través de determinados puntos, estrictamente vigilados.