Terrorismo

El Estado Islámico promete un mundo ideal sin usura

Olvidan su particular forma de gobernar el "califato" en Siria y los impuestos" que cobraban por cualquier concepto

Ilustración de la publicación del ISPK del Estado Islámico
Ilustración de la publicación del ISPK del Estado IslámicoRedes

El Estado Islámico (Isis, Daesh), dentro de su publicidad mediática, promete una sociedad sin deudas, en la que esté expresamente prohibida la usura y la implementación de unos estados no sometidos al constante crecimiento de la deuda internacional.

A través de la publicación de su franquicia ISPK (Pakistán y Afganistán), “La Voz de Korasan”, ilustrada con la imagen de una horca, recuerda que “que tienes que pagar impuestos por todo lo que compres (...) y los gobiernos infieles destinan el dinero a pagar el préstamo de los proyectos de desarrollo convocados con intereses. Y esta deuda en realidad no disminuye, sino que sigue aumentando día a día, porque no está libre de intereses. El interés o la usura están asociados a cada gasto. Y hay que pagar intereses”.

“Después de su muerte, su hijo tendrá este interés para su hijo y también para la próxima generación. Así que los infieles han desarrollado un círculo vicioso de esclavitud basada en la usura. Ningún tipo de usura ya sea pequeña o grande, es permisible en el Islam”, subrayan.

“Aquí yacen las maquinaciones de los enemigos de Alá. Juegan con tu mente obligándote a creer que el desarrollo nunca puede ser posible sin interés. Sin embargo, la siguiente pregunta es ¿quién paga principalmente el préstamo + intereses cuando se completan estos proyectos? Dices que el gobierno. Estoy de acuerdo con usted en esto. Permítanme preguntarles ahora, ¿de dónde sacarán este dinero los gobiernos? Del dinero público, del dinero de los contribuyentes. ¿Y quiénes son estas personas comunes, de todos modos? Tú y yo, que preferíamos una vida cómoda en las zonas administradas por los infieles”.

Los yihadistas citan varios casos de estados que, según ellos, están al borde de la bancarrota, como Sri Lanka, Pakistán y Bangladesh. “Han hecho el negocio de la usura, dejando a tu próxima generación también ahogada en este gran pecado. Y en la otra vida, este hijo tuyo te arrastrará al infierno por este acto”.

Para los terroristas, que no hacen mención a las grandes pérdidas que causan con su actividad criminal y a los cuantiosos gastos de seguridad que se generan para combatirlos, la única solución es su “Califato”. “No basta con soñar solo desde la posición en la que te encuentras, implementa el sueño del Califato con vida, dinero y trabajo. Arrancar de raíz los árboles podridos de la democracia del gobierno de los infieles y planten los árboles jóvenes verdes del Califato. Donde se le garantizará una vida libre de usura. Y sabed que Alá elimina la usura y aumenta y expande la caridad”.

La realidad, por lo vivido en el “Califato” de Siria e Irak entre 2014 y 2019 es bien distinta. Los yihadistas, gracias a la venta clandestina de petrolero, expolio de obras de arte que terminaban en occidente, impuestos (para que un creyente de otra religión no fuera asesinado --hay mayor usura o chantaje--), hasta por cobrar un salario proveniente del exterior o por otro cualquier concepto, como cruzar fronteras inexistentes, administración de las numerosas donaciones que recibían del exterior, etcétera, demostraron que una cosa es la teoría y otra la práctica.