Guerra en Ucrania

Estados Unidos despliega cazas de combate F-22 en Estonia, a menos de 300 kilómetros de la frontera rusa

Los cazas estadounidenses, junto a los F-35 los mejores aviones de combate del mundo, se unieron a los de la Royal Air Force en la misión de vigilancia aérea de la OTAN.

Un caza F-22 de EEUU
Un caza F-22 de EEUUWikipedia

Estados Unidos y Rusia cada vez se miran más de cerca. Tras la invasión de Ucrania el material militar estadounidense está muy presente en el conflicto, del lado de Kyiv y, de hecho, está mostrando una aplastante superioridad tecnología sobre el que Moscú está poniendo sobre el tablera. Sin embargo, no es solo el país invadido por Putin el único escenario de esta guerra, pues también se está jugando en todos los países con fronteras con Rusia o con Bielorrusia, caso de Polonia, Moldavia o los países bálticos.

De hecho, en Estonia, Lituania y Letonia la OTAN tiene fuerzas desplegadas ante la posibilidad de que Rusia decidiera llevar a cabo cualquier tipo de acción contra la integridad física de sus territorios. Y precisamente en Estonia, en la base aérea de Amari, Estados Unidos ha desplegado los F-22 de su Fuerza Aérea, que apoyan la misión Air Shielding del Comando Aéreo Aliado de la Alianza Atlántica a lo largo del flanco este. Así, han ejecutado un despliegue de Empleo de Combate Ágil para disuadir la agresión en la región del Mar Báltico.

Los cazas estadounidenses, quizás junto a los F-35 los mejores aviones de combate del mundo, se unieron a sus colegas de la Royal Air Force que están realizando la misión mejorada de vigilancia aérea de la OTAN desde Amari con sus Eurofighter Typhoon. A principios de abril, el 94º Escuadrón de Cazas Expedicionarios de la Base Conjunta Langley-Eustice desplegó 12 F-22 en la Base Aérea Powidz de Polonia en apoyo de la misión crítica, que aumenta la Defensa Aérea y Antimisiles Integrada (IAMD) de la Alianza y el Sistema de Defensa Aérea Contraintegrado ( C-IADS) para salvaguardar la frontera a lo largo del flanco este de la OTAN.

En el rápido despliegue de fuerzas en la región del Mar Báltico destaca la preparación operativa de las fuerzas aliadas y su capacidad de respuesta para defender el territorio de la OTAN, lo que permite a la Alianza disuadir y mitigar cualquier amenaza potencial aérea y de misiles. La misión Air Shielding es una misión puramente defensiva diseñada para blindar y proteger el territorio y las poblaciones aliadas y es un componente clave de la postura de disuasión y defensa de la OTAN. Estos tres países bálticos están situados en un corredor aéreo, terrestre y marítimo crítico, que requiere un enfoque coordinado entre los aliados para mantener y sostener la libertad de maniobra internacional en toda la región.

La Defensa Aérea y Antimisiles Integrada de la OTAN (NATO IAMD) es una misión esencial y continua en tiempos de paz, crisis y conflicto, salvaguardando y protegiendo el territorio, las poblaciones y las fuerzas de la Alianza contra cualquier amenaza o ataque aéreo o de misiles. Es un elemento vital de la disuasión y defensa de la OTAN, que contribuye a la seguridad indivisible y la libertad de acción de la Alianza, incluida la capacidad de la OTAN para reforzar sus despliegues y proporcionar una respuesta estratégica. Las actividades de la IAMD de la OTAN varían según las circunstancias específicas de cualquier situación concreta y pueden incluir vigilancia aérea; defensa aérea; defensa contra misiles balísticos; defensa contra misiles de crucero; contracohetes, morteros y artillería; o contrarrestar los sistemas de aeronaves no tripuladas.

En esta misión participan numerosos países de la OTAN, incluido España que ha tenido desplegados en esta misma base cazas Eurofighter.

El Lockheed Martin F-22 Raptor es un avión de combate furtivo táctico estadounidense de un solo asiento, bimotor y para todo clima desarrollado para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Como producto del programa Advanced Tactical Fighter (ATF) de la USAF, el avión fue diseñado como un caza de superioridad aérea, pero también incorpora capacidades de ataque terrestre, guerra electrónica e inteligencia de señales. El contratista principal, Lockheed Martin, construyó la mayor parte del fuselaje y los sistemas de armas del F-22 y realizó el ensamblaje final, mientras que Boeing proporcionó las alas, el fuselaje de popa, la integración de la aviónica y los sistemas de entrenamiento. Se espera que el F-22 preste servicio hasta la década de 2030 y, finalmente, su papel lo reemplace el componente de caza tripulado Next Generation Air Dominance (NGAD) de la USAF.