Israel retoma contactos con Hamás y prepara su incursión en Rafah

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado este domingo en una entrevista en CBS que una vez que Israel comience la operación militar en Rafah, la fase intensa de los combates estará a «semanas de completarse». «No estoy seguro [de la duración exacta de la operación]», añadió, «pero puedo decirles que todos estamos trabajando en ello. Lo queremos, lo quiero. Aprecio los esfuerzos, el esfuerzo combinado de Israel y Estados Unidos para traer de vuelta a los rehenes restantes. No puedo decirles si lo tendremos».

El mandatario israelí dijo que Estados Unidos e Israel están en sintonía con el objetivo de destruir a Hamás y liberar a los rehenes, sin embargo, señaló que «cómo hacerlo depende de nosotros, de mí y del gabinete electo». Y criticó: «Estamos haciendo muchas cosas que inicialmente nos dijeron nuestros mejores amigos y resultaron no ser ciertas».

En la noche del sábado una gran manifestación en contra de su Gobierno se congregó en la calle Kaplan de Tel Aviv. Einav Zangauker, cuyo hijo Matan está cautivo en Gaza, asistió y recordó por un megáfono la necesidad de recuperar a los rehenes. Ella y la novia de Matan, la mexicana Ilana Gritzewsky, quien estuvo como rehén en Gaza durante 55 días antes de su liberación en noviembre, fueron alcanzadas por un cañón de agua de la Policía mientras protestaban. «Soy madre de un rehén, Ilana estuvo 55 días en cautiverio y vino a gritar por su pareja, ¿y este es el trato que recibimos?» Se lamentó Einav, según un vídeo de la plataforma Ynet.

En la protesta hubo 21 detenidos y varios manifestantes que necesitaron atención médica. La Policía montada a caballo y el cañón de agua, que se reservan para situaciones violentas, han sido usados profusamente en manifestaciones antigubernamentales en 2023. Los asistentes a la protesta de este sábado se quejaron de uso de la fuerza innecesario de la Policía dirigida por el ministro de extrema derecha Itamar Ben Gvir. También el líder de la oposición, el liberal Yair Lapid, la criticó duramente como «peligrosa y antidemocrática».

Por su parte, Netanyahu desestimó en la entrevista con el medio estadounidense las manifestaciones que exigen su renuncia y dijo que los israelíes llevan protestando durante 30 años. «El pueblo israelí está unido como nunca antes», afirmó. «La gente está unida. La política es correcta. La gente la apoya. Y tengo la intención de llevarla a término porque eso es lo que tenemos. No podemos conformarnos con nada menos que una victoria total».

Al comentar sobre las exigencias de Hamás respecto de un nuevo acuerdo sobre rehenes, el primer ministro añadió que si el grupo «deja de hacer sus delirantes afirmaciones (...) tendremos el progreso que queremos». «Hamás comenzó con exigencias locas. Es demasiado pronto para decir si las han abandonado. No estamos en el mismo estadio, ni siquiera en la misma ciudad, están en otro planeta», dijo.

Las negociaciones para un alto el fuego temporal en Gaza se han reanudado en Doha entre «expertos de Egipto, Qatar, Estados Unidos e Israel», así como representantes de Hamás, informó ayer Al-Qahera News, vinculada a los servicios de inteligencia egipcios.

La noticia llegó un día después de que múltiples informes de los medios indicaran que representantes israelíes, estadounidenses, egipcios y qataríes habían formulado durante el fin de semana en París un marco para una pausa en los combates y la liberación de rehenes. Las conversaciones son una «continuación de lo discutido en París» y «serán seguidas de reuniones en El Cairo», decía el medio egipcio.

El gabinete de guerra de Israel acordó el sábado enviar una delegación a Qatar para continuar las conversaciones. Citando fuentes israelíes anónimas, el digital Axios informó que la delegación israelí en Doha tendría «un mandato limitado» y las conversaciones se centrarán en los aspectos técnicos de un posible acuerdo.

Fuentes de seguridad egipcias dijeron ayer que representantes tanto de Israel como de Hamás viajarían más tarde a El Cairo para mantener conversaciones encaminadas a llegar a un acuerdo sobre el momento y el mecanismo para ejecutar cualquier acuerdo, incluida la liberación de rehenes.

El marco alcanzado en París prevé la liberación de unos 40 rehenes retenidos en Gaza, entre ellos mujeres, niños, mujeres soldados, ancianos y enfermos durante una pausa en los combates de unas seis semanas, en una primera etapa. También incluye la liberación por parte de Israel de cientos de palestinos condenados por terrorismo y un «redespliegue» de tropas israelíes dentro de Gaza, pero no una retirada completa como había exigido anteriormente Hamás.