Presidenciales

Estos son los seis estados de EEUU que decidirán si es Biden o Trump el próximo presidente

El resultado del duelo en las urnas entre Biden y Trump el 5 de noviembre está en manos de los votantes de Georgia, Arizona, Michigan, Nevada, Pnesilvania y Wisconsin, prioritarios para sus equipos de campaña

September 30, 2020, Ukraine: In this photo illustration the US President Donald Trump and Democratic presidential candidate and former US Vice President Joe Biden are seen during the first presidential debate on a YouTube video displayed on a screen of a smartphone. .United States presidential election scheduled on November 3, 2020. (Foto de ARCHIVO) 30/09/2020
Biden y Trump en la pantalla de un móvil Europa Press/Contacto/Pavlo GoncEuropa Press

El discurso de Joe Biden sobre el Estado de la Unión no dejó lugar a dudas: el presidente se ha repuesto de una racha de desatinadas salidas públicas y ahora está listo para ir a por todas hasta noviembre, cuando se disputará probablemente la elección con Donald Trump, su némesis política. La energía desplegada ante el Congreso es muestra de una intensa campaña que llega adelantada como un duelo de dos, pero que, según los expertos, deberá concentrarse en unos pocos Estados.

El sistema electoral estadounidense está compuesto para que los Estados más grandes tengan mayor representación al momento de designar delegados, pero también en el esquema bipartidista, eso no necesariamente es lo que define la elección. La revancha, como ocurrió en 2020, tendrá lugar en los llamados Estados pendulares, que no necesariamente votan demócrata o republicano uniformemente, sino que se dejan fluctuar por la coyuntura política del momento.

Arizona se prevé clave por el tema de la inmigración que, según la última encuesta de Gallup sobre las mayores preocupaciones de los estadounidenses, está por encima otros problemas tradicionales como la economía. La democracia, por ejemplo, sólo le interesa a un 3% de los consultados, de acuerdo con el sondeo. Esto nos dice que este Estado que comparte más de 370 kilómetros de frontera con México es crucial.

Arizona. Elecciones en EE UU
Arizona. Elecciones en EE UUT. GallardoLa Razón

Tiene una gobernadora demócrata, pero en la legislación estatal las preferencias han sido más bien republicanas. Biden ha intentado hacer frente a la narrativa sobre la necesidad de fortalecer las políticas de inmigración mediante un fallido acuerdo bipartidista. En su discurso volvió a pedirle a la oposición que trabajen en ello. Pero de cara a los comicios no parece haber mucho interés. Las voces que defienden que Trump ganó la carrera de 2020 en Arizona siguen sonando con fuerza, a pesar de que se han probado falsas.

Georgia. Elecciones EE UU
Georgia. Elecciones EE UUT. GallardoLa Razón

En Georgia, descansa la acusación contra Trump sobre su presunta interferencia en las elecciones de 2020, alegando múltiples conspiraciones y violación de las leyes contra el crimen organizado. Trump, en medio de otra campaña, dice que la acusación tiene motivaciones políticas. Aquí los ánimos están divididos porque, por su parte, Biden espera tener de su lado a los sindicatos y trabajadores del Estado tras la puesta en marcha de su plan económico, conocido como «Bidennomics», y con el que quiere recuperar la capacidad industrial.

Michigan. Elecciones EE UU
Michigan. Elecciones EE UUT. GallardoLa Razón

Michigan ha sido el primero (y único) llamada de atención fuerte a Biden de parte de los votantes en estas primarias demócratas sin fuerte competencia. La comunidad árabe musulmán suma más de 300.000 miembros y durante las primarias, al menos 100.000 electores optaron por la opción del voto «no comprometido» en lugar del presidente. Exigen un cese al fuego en Gaza y que pare el apoyo a Israel. Esta opción recibió casi el 19% de los votos en las primarias también en Minnesota y alrededor del 8% en Colorado.

En las últimas horas, en Washington hay voces que piden lo mismo, lo que obligaron a su caravana a desviarse camino al Capitolio. No está claro si la política internacional jugará un rol importante de cara a noviembre.

Nevada. Elecciones EE UU
Nevada. Elecciones EE UUT. GallardoLa Razón

Nevada espera a las presidenciales de noviembre abrazado la frase que marcó la campaña del expresidente Bill Clinton en 1992: «¡Es la economía, estúpido!». La tasa de desempleo es del 5,3%, más alta que en cualquier otro Estado. Allí se ha optado por los demócratas en las últimas cuatro elecciones y el partido domina la Cámara y los escaños del Congreso del Estado. Pero en 2022, el Estado eligió un gobernador republicano y las encuestas actuales dan la ventaja a Trump sobre Biden entre los votantes indecisos.

Pensilvania. Elecciones EE UU
Pensilvania. Elecciones EE UUT. GallardoLa Razón

En Pensilvania, Biden tiene puestas sus esperanzas en el llamado «rejuvenecimiento del cinturón industrial», con el que hace eco de sus raíces de clase trabajadora en Scranton. Pero aquí recientemente los sindicatos e incluso algunos miembros del Partido Demócrata han criticado la medida de la Casa Blanca este año de detener nuevas exportaciones de gas natural licuado, diciendo que podría perjudicar a la industria local. Trump, por otro lado, ha promocionado el petróleo y el gas estadounidenses mientras critica las políticas verdes de Biden. Esta será una lucha entre los votantes urbanos y los rurales.

Wisconsin. Elecciones EE UU
Wisconsin. Elecciones EE UUT. GallardoLa Razón

Y en Wisconsin parece que los demócratas van con ventaja gracias al debate sobre el derecho al aborto. En las elecciones de 2020, este Estado confirmó a Biden por encima de los 270 votos necesarios del colegio electoral por menos de 20.000 votos. Los progresistas esperan repetir la hazaña defendiendo el acceso reproductivo tras las restricciones adoptadas a nivel federal y de la legislativa estatal.

Las matemáticas son tan importantes aquí, que los 10 votos del colegio electoral de Wisconsin pueden decidirse según qué partido pueda llevar a sus seguidores a las urnas ante el generalizado descontento con la clase política.

Aunque falta que tanto Biden como Trump sean oficializados candidatos por sus respectivos partidos en las convenciones nacionales que se celebrarán el próximo verano, desde ahora los recursos financieros y de personal de ambas campañas electorales se disponen a trabajar en estos apetecidos Estados bisagra.

Hay analistas que afirman que la campaña de 2024 a partir de ahora no será una repetición del viejo libreto. Los cambios en los candidatos y en el mundo están definiendo un panorama político diferente y creando nuevos desafíos, especialmente para Biden.

En su discurso de victoria en Mar-a-Lago, Florida, Trump apuntó al actual presidente, llamándolo «el peor presidente en la historia de nuestro país» y agregó: «El 5 de noviembre está a la vuelta de la esquina». En su declaración escrita, Biden también se centró en las elecciones generales. «Hoy, millones de votantes en todo el país hicieron oír su voz», dijo el magnate, «mostrando que están listos para luchar contra el plan extremo de Donald Trump para hacernos retroceder».

Este ángulo de ataques es interesante porque, a diferencia de 2020 cuando el republicano era el titular y Biden el aspirante, ahora los puntos flacos del demócrata están mucho más a la vista. En inmigración, por ejemplo, los republicanos mantienen su retórica de que Biden es demasiado blando a pesar de que poco a poco ha ido aumentando su mano dura. Pero lo cierto es que el demócrata no puede hacer más que recibir los golpes. Ahora él está a cargo en la Casa Blanca.

Asegurar la frontera y controlar la inmigración le da a Trump la mayor ventaja sobre Biden, según una encuesta de NBC News realizada en enero. Los encuestados dijeron, con un total de 35 puntos porcentuales, que Trump lo manejaría mejor que Biden.

Otro frente de preocupación es el internacional. Biden cuestionó en 2020 la relación de Trump con líderes autoritarios como Putin o Kim Jong Un, pero luego él mismo fue víctima del caos con la fallida retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán en 2021, que costó la vida a 13 miembros del servicio estadounidense.

Ahora, en Oriente Medio, su apoyo a la respuesta militar de Israel al brutal ataque de Hamás hace seis meses ha creado una nueva crisis. La catástrofe humanitaria en Gaza ha dividido al Partido Demócrata. Mientras tanto, Trump ha guardado silencio sobre el conflicto y sus soluciones: el privilegio de los rivales.