Rusia

Europa mantiene el pulso con Rusia

Bruselas prorroga seis meses las sanciones a Moscú por la desestabilización de Ucrania. El Kremlin, en represalia, prolonga el veto a productos agrícolas europeos

El presidente Putin acude a la Tumba del Soldado Desconocido en el Kremlin en el 74º aniversario de la invasión nazi de la URSS
El presidente Putin acude a la Tumba del Soldado Desconocido en el Kremlin en el 74º aniversario de la invasión nazi de la URSSlarazon

Bruselas prorroga seis meses las sanciones a Moscú por la desestabilización de Ucrania. El Kremlin, en represalia, prolonga el veto a productos agrícolas europeos

Los ministros de Exteriores de los Veintiocho decidieron extender hasta el año que viene las sanciones que se habían impuesto a Rusia por sus incumplimientos de los Acuerdos de Minsk. Después de que Moscú hiciera pública una «injustificada» «lista negra» de líderes europeos a los que había prohibido su entrada en el país, Europa tenía pocas alternativas. Apenas dos: ampliar en el tiempo las ya existentes o imponer nuevas sanciones que presionaran aún más a Vladimir Putin. Sin embargo, las dos opciones confluían en una única posible, extenderlas hasta el 31 de enero de 2016. No hay consenso entre los Veintiocho para seguir incrementando las sanciones por evitar entrar en una escalada de medidas que perjudican no sólo a la economía rusa, sino también a la europea. Países como Grecia se oponen a continuar por la senda de las represalias, aunque en este caso ha tenido que ir de la mano del resto de socios para prolongarlas dos días después de que Alexis Tsipras visitara Rusia, a la que consideró una posible alternativa a la UE.

Además de Grecia, Chipre, Eslovaquia y Hungría tampoco son partidarios de imponer más sanciones económicas a Moscú, mientras para los antiguos países satélites de la URSS no hay duda de que Europa está siendo demasiado permisiva con Moscú y debería lanzar un órdago a Putin, en lugar de esperar a ver sus reacciones. Polonia y Suecia secundan a este último grupo.

Hasta el momento, las reacciones europeas van ligadas a la acción rusa. Europa responde en base a las actuaciones de Putin, exprimiendo al máximo sus dotes de diplomacia. La UE reconoce que Rusia puede ser un aliado en otras cuestiones globales, como la lucha contra el terrorismo, y no conviene ser muy duro con quien puede ser necesario en un futuro. El Parlamento Europeo aprobó recientemente una resolución pidiendo crear un plan de contingencia para contrarrestar «las políticas agresivas y divisorias» de Rusia. Sin embargo, no parece viable que los Veintiocho se pongan de acuerdo de forma unánime para responder con contundencia a Putin elevando el nivel de las sanciones actuales.

Mientras, Moscú lamentó la prórroga de las represalias. El portavoz del Kremlin tachó las medidas de «infundadas e ilegales», e insistió en que no fue Rusia quien inició la guerra de sanciones. Peskov recordó que esas sanciones tienen efectos negativos para ambas partes, también para los contribuyentes europeos, y adelantó que la respuesta será simétrica, aplicando el principio de reciprocidad. Ayer mismo, nada más conocerse la noticia, el primer ministro encargó al Ministerio de Agricultura elaborar una propuesta detallada sobre las medidas de respuesta, que incluirán una prórroga del veto agroalimentario ruso a los países europeos, cuyo periodo de vigencia de un año expira a primeros de agosto. «La lista de los alimentos a los que se extiende el embargo quedará prácticamente igual», adelantó Natalia Timakova, portavoz del primer ministro. Desde el Ministerio de Exteriores se criticó que la prórroga de las sanciones representa el triunfo de lo que llama el «‘lobby’ rusófobo» en Bruselas.