Cumbre Iberoamericana

Europa se ofrece en Iberoamérica como alternativa a China y Rusia

La Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, nuevo intento de estrechar lazos con una región ávida de inversiones de las grandes potencias

AME5793. SANTO DOMINGO (REPÚBLICA DOMINICANA), 24/03/2023.- Fotografía cedida por la Casa Real del Rey de España, Felipe VI (c), junto al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa (der.) y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou (izq.), en la ceremonia del programa Iberoamericano de personas con discapacidad, en el marco de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno, hoy en Santo Domingo (República Dominicana). EFE/ Jose Jimenez SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA/CRÉDITO OBLIGATORIO
Boric y Lacalle Pou se reúnen en República DominicanaJOSE JIMENEZAgencia EFE

Con un panorama cada vez más alborotado al este, donde se avizoran las llamas de la guerra de Ucrania y el aliento de la pujanza china, Europa busca al otro lado del Atlántico un horizonte alternativo con una nueva edición de la Cumbre Iberoamericana, que arrancó este viernes en Santo Domingo.

La capital dominicana es hasta el domingo el escenario de un foro que vuelve a la presencialidad después de la pandemia y para el que 17 jefes de Estado y de Gobierno confirmaron su asistencia.

Es la vigésimo-octava entrega de una cumbre que arrancó en 1991 impulsada por la diplomacia española. Con los años, España se ha perfilado como el estado de la Unión Europea con mayor protagonismo en las relaciones del bloque comunitario con Iberoamérica.

Prueba de la importancia que Madrid da a esta cita el alto perfil de su delegación, que encabezará el rey Felipe VI, y en la que estarán el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Otro español, el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior de la UE, acude como invitado de honor a la cumbre.

A punto de asumir la presidencia rotatoria de la Unión, España intenta que el comunicado final haga referencia a la guerra en Ucrania y llame a Rusia a detener su agresión contra ese país, poco después de conocerse la propuesta de paz presentada por el presidente chino, Xi Jinping, y de su último encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin, que han sido acogidos con suspicacia en Occidente.

La posición española la resumió Albares en un reciente encuentro con periodistas: “No solo defendemos la integridad territorial y la soberanía de un país, sino también los principios más elementales de la carta de Naciones Unidas”.

Pero el de Ucrania es un asunto que se ve de otra manera en América Latina. Madrid ha presentado distintas propuestas para incluir el tema en el comunicado final sin que por ahora se atisbe un entendimiento.

Países como Cuba y Venezuela son aliados incondicionales de Moscú, que lleva años armando y financiando a sus autócratas, y en otros, como México, impera una visión más matizada y se evitan pronunciamientos contundentes de condena a la intervención militar rusa.

Por otra parte, a medida que se ha reducido la influencia de EE.UU en una región que antes consideraba su patio trasero, China se ha ido afirmando como inversor y potencia de referencia, lo que dificulta que los países iberoamericanos adopten posturas que puedan contrariar a Pekín. El más reciente ejemplo lo ha dado la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que anunció el 15 de marzo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con China después de años en los que su país fue uno de los catorce en el mundo que reconocían la soberanía de Taiwán.

La alargada sombra de Pekín se deja sentir en la Cumbre también por una de sus más destacadas ausencias, la del presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva. Lula está precisamente en Pekín, donde tenía programado un viaje clave para los intereses económicos de su país y la reconfiguración de las relaciones exteriores brasileñas después de la presidencia de Jair Bolsonaro.

Además de por España, la UE estará representada por Portugal, pero no está claro que el peso de ambas baste para que se adopten sin matices las tesis europeas, por lo que la agenda de la cumbre se abre necesariamente a otros temas.

Como toda reunión internacional que se precie en estos tiempo, el cambio climático figura entre los más destacados, pero los países americanos querrán también que se aborden otros prioritarios y urgentes para ellos, como la inmigración, la seguridad financiera y el comercio internacional.

América Latina fue una de las que más sufrió en términos económicos por el golpe de la covid y todos los informes de organismos financieros internacionales señalan que necesita acelerar su crecimiento para corregir algunos de los desequilibrios históricos de la región, por lo que mucho más que de discursos y las promesas, lo que sus gobiernos están ávidos de recibir son inversiones. En ese campo, un foro regional impulsado por España tiene difícil competir con las superpotencias, lo que ha sido uno de sus problemas desde que se creó. Y la Unión Europea, tradicionalmente carente de una política exterior coherente y firme, no ha alumbrado nunca un esquema bien financiado para demostrar que la relación con Iberoamérica es efectivamente preferente.

Otro de los grandes ausentes de la cita es el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. AMLO sigue esperando a que el rey de España le pida disculpas por la conquista española de América y esta vez ni siquiera ha tenido a bien enviar a su ministro de Relaciones Exteriores. México está pues representado por un subsecretario. Sin los de Brasil ni México, la Cumbre no cuenta con representación de presidentes de las dos mayores economías de la región.

Tampoco está la presidenta de Perú, Dina Boluarte. Criticada por varios gobiernos de izquierda latinoamericanos por su manejo de las protestas tras la caída de su antecesor, Pedro Castillo, que dejaron decenas de muertos, según las denuncias por disparos de la fuerza pública, Boluarte ha preferido quedarse en Lima.

Sí se esperaba la llegada de otros líderes regionales destacados, como el colombiano Gustavo Petro o el chileno Gabriel Boric. Este aterriza en Santo Domingo con la esperanza de lograr en los encuentros bilaterales y en los márgenes de la cumbre algo de cooperación para frenar el que se ha convertido en uno de los principales problemas de su gobierno, la inmigración irregular desde otros países de la región hacia Chile.