Olaf Scholz asume las riendas de Alemania tras 16 años de “merkelismo”

Olaf Scholz ya es el noveno canciller de la República Federal de Alemania. El presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, entregó al político del Partido Socialdemócrata (SPD) el certificado de nombramiento con el que se pusieron fin a 16 años de poder de Angela Merkel y con ellos el punto de arranque de una nueva era que marcará el devenir no solo del país, sino de toda Europa.

La era Merkel pasó a la historia y el futuro se tercia complicado para el recién nombrado canciller que, entre otros retos, tendrá que seguir luchando contra la pandemia de coronavirus y principalmente contra una polarización política y social que va más allá de las fronteras germanas. No obstante, las ovaciones y los buenos deseos relegaron a un segundo plano el duro camino que se vislumbra a partir de hoy para la nueva coalición tripartita entre socialdemócratas, verdes y liberales, conocida como “coalición semáforo” pro los colores de sus partidos.

Previamente, los diputados del Bundestag eligieron canciller a Scholz con 395 votos a favor, 303 en contra y seis abstenciones. Para alcanzar la mayoría eran necesarios 369 votos. Sol acudieron a la sesión de investidura 707 de los 736 diputados del Bundestag. El líder del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, señaló de antemano que algunos miembros de su partido no pudieron votar porque estaban enfermos, aunque el vicepresidente del SPD, Kevin Kühnert, fue más allá y señaló que los disidentes en la elección para canciller no provenían de las filas del SPD, sino del FDP y de Los Verdes, partidos con los que gobierna en coalición. Una señal que podría anticipar el pronóstico de venideras dificultades en la gobernanza.

Con todo, tras el escrutinio llegaron las felicitaciones, algunas incluso desde la bancada contraria, como la presentada por el derrotado candidato de la CDU, Armin Laschet. Merkel, el también ex canciller Gerhard Schröder, el ex presidente federal Joachim Gauck y varios miembros del nuevo Gabinete presenciaron la elección en la tribuna oficial.

Scholz es el cuarto canciller socialdemócrata, después de Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder. Su partido ganó las elecciones el 26 de septiembre, tras imponerse con el 25,7% de los votos, por delante de la Unión conservadora (CDU/CSU), que se quedó en un 24,1%. Matemáticamente, una alianza de los partidos conservadores con Los Verdes y el FDP hubiera sido posible, pero los dos partidos más pequeños optaron por negociar con los socialdemócratas.

Tras semanas de reuniones, presentaron un acuerdo de coalición de 177 páginas, bajo el lema “Atrévete a hacer más progresos”. El gabinete de Scholz incluye a 17 ministros, ocho de los cuales son mujeres. Además del canciller y el Jefe de la Cancillería, el SPD tiene seis ministerios, cinco para los Verdes y cuatro para el FDP.

Toda la socialdemocracia europea celebró el nombramiento.El éxito de Scholz alimenta la esperanza de un renacimiento de la izquierda europea, pero ¿está justificada esta esperanza? El politólogo de Bonn Frank Decker no ve las causas principalmente en los propios socialdemócratas. “El resurgimiento de la socialdemocracia se debe principalmente a la debilidad de su competencia conservadora”, asegura.

No obstante, Scholz no solo gestionará la nueva coalición, sino que tendrá que mantener bajo control a la facción más rebelde de su propio partido y, en un más difícil todavía, llevarse bien con los conservadores a los que necesitará para aprobar proyectos políticos que requieren una mayoría de dos tercios en el Bundestag, o su consiguiente aprobación en el Bundesrat.Todo está por escribir. El prefacio vino colmado de felicitaciones llegadas desde Bruselas, de parte de la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, o del presidente del Consejo, Charles Michel. Cumplidos que asimismo también llegaron desde China.

El presidente chino, Xi Jinping, felicitó a Scholz por teléfono. Según la televisión estatal, el líder asiático se pronunció a favor de ampliar la cooperación y los intercambios entre los dos países para elevar las relaciones “a un nuevo nivel”. Desde España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebró la elección del nuevo canciller.

Menos amables, en cambio, sonaron las palabras que llegaron desde Hungría. En un texto publicado en el periódico “Bild”, el primer ministro húngaro,Viktor Orban, ve profundas divisiones en relación con Alemania y también con el nuevo ejecutivo. “El nuevo Gobierno liberal de izquierdas se está alejando de la Europa de las Patrias de Helmut Kohl hacia una política centralizada de influencia alemana, favorable a la migración y al género”, escribió.

Como manda la tradición, Scholz viajará este jueves a París en su primer viaje al extranjero como canciller. Así lo hizo también su antecesora hace 16 años. Tras su juramento, la nueva ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, viajó hasta París donde está prevista una reunión con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, para el jueves por la mañana. También se espera que Scholz mantenga esta semana una videoconferencia con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Scholz ha planeado mucho. Durante su primera jornada como canciller se le vio tranquilo y cauteloso, disfrutando de su éxito. El trabajo y los problemas llegarán a partir de ahora.