Scholz y Macron exhiben la buena sintonía del eje franco-alemán

Antes de viajar a Bruselas, Olaf Scholz hizo escala esta mañana en París para almorzar con el presidente Emmanuel Macron en el Elíseo en una primera visita internacional que suele ser la tradición del eje francoalemán. Ambos mandatarios expresaron su total sintonía en una conferencia de prensa tras el almuerzo. Macron señaló una “sólida convergencia de puntos de vista” con Scholz, así como el “deseo” de ambos países, motor de la Unión Europea, de trabajar juntos y su apuesta por Europa, a su juicio, necesaria en los próximos meses y años.

Ambos mandatarios discutieron, sobre todo, sobre su visión del futuro de la UE, cuando Francia precisamente se dispone a asumir la Presidencia semestral el próximo 1 de enero. Ya en la víspera, Macron anunció las líneas básicas que Francia se marca en una Presidencia del bloque en la que tendrá que desdoblarse con el rol institucional por un lado y del otro, el de un presidente en campaña de cara a las presidenciales de abril.

La víspera, Macron abogó por “repensar el marco fiscal” de la UE a la luz de las enseñanzas del coronavirus, unas estrictas reglas fiscales defendidas con firmeza por Alemania durante la crisis del euro, pero que aceptó suspender para enfrentar la pandemia. Preguntado por si apoyaba la idea de Macron sobre estas normas, que limitan el déficit público al 3% del PIB y que siguen suspendidas, el alemán evitó responder taxativamente, máxime cuando sus socios de gobierno -verdes y liberales- no están en la misma línea sobre el rigor presupuestario. “Se trata de mantener este crecimiento generado por el pacto de recuperación europeo. Debemos a su vez trabajar en la solidez de nuestras finanzas”, aseguró Scholz durante la rueda de prensa conjunta en el Elíseo.

Además, ambos líderes expresaron su voluntad de continuar mediando conjuntamente en la crisis ucraniana. ”Nuestra voluntad conjunta es continuar este diálogo con el presidente de Ucrania, Zelenski y con Putin”, agregó Macron, que habló este viernes con el primero. Scholz amenazó el miércoles que una invasión de Ucrania conllevaría posibles “consecuencias” para el controvertido gasoducto Nord Stream II entre Rusia y Alemania.

La palpable sintonía de ambos mandatarios no escondió, sin embargo, diferencias en asuntos de calado como las energías limpias. Francia, que genera más del 70% de su electricidad con sus centrales atómicas, pretende que la nuclear pueda ser catalogada como tal porque no emite dióxido de carbono, mientras Alemania, que ha decidido el cierre anticipado de sus reactores atómicos, se opone.