Reino Unido
Johnson lucha por su supervivencia política
El «premier» aprueba una batería de medidas populistas para distraer la atención del «Partygate»
Boris Johnson sigue desaparecido de escena. Desde que irrumpió el escándalo del “Partygate” está recluido en Downing Street justificando que un familiar ha dado positivo en covid, aun cuando en estos casos no se requiere autoaislamiento. Con todo, el “premier” realizó este lunes, a través de sus ministros, diferentes anuncios, como el de dar a la Marina (Royal Navy) la tarea de frenar la llegada de botes con migrantes a las costas inglesas a través del Canal de la Mancha o congelar la tasa que sirve para financiar la corporación pública BBC los dos próximos años, para eliminarla del todo a partir de 2027. Todo ello forma parte de la denominada “Operación carne roja”, con la que quiere implementar una batería de medidas populistas con la esperanza de desviar la atención ante una crisis que amenaza seriamente su liderazgo.
Entre los pasillos de Westminster se dice que la situación “pinta realmente mal” aunque el “premier” tiene aún un 40% de posibilidades de sobrevivir. En los momentos más críticos de Theresa May su popularidad cayó a -49. La de Johnson está ahora en -52.
Muchos diputados están esperando las conclusiones de la investigación interna que se lleva a cabo del “Partygate” para decidir si mandan o no carta al `Comité 1922´-que agrupa a los diputados conservadores sin cartera- pidiendo una moción de censura contra Johnson. Si se llegan a las 54 misivas, se activa este mecanismo.
Según los medios, se asegura que a Sue Gray -al frente de la pesquisa- le preocupa que el personal de Downing Street no le esté contando toda la verdad. Está interrogando a trabajadores, asesores y al mismísimo primer ministro para esclarecer los diferentes eventos que se llevaron a cabo durante la pandemia.
El informe que salga de la investigación será oficial y Gray tiene reputación de ser dura e insobornable. Pero, al fin y al cabo, es una empleada del Gobierno –es la segunda secretaria permanente de la Oficina del Gabinete-, no un árbitro independiente.
Las conclusiones de la pesquisa podrían conocerse a finales de esta semana o principios de la siguiente. Figuras de alto nivel en Downing Street se consuelan con el hecho de que, de momento, no se ha encontrado ninguna evidencia de acto criminal. Si así fuera, tendría que suspender su labor y notificarlo a Scotland Yard.
En cualquier caso, existe preocupación sobre cualquier juicio que haga sobre la defensa central a la que se agarra ahora Johnson, asegurando que él no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo a su alrededor y que, por tanto, nunca mintió a la Cámara de los Comunes al decir que no se habían roto las reglas.
Desde el Número 10 se niegan ahora las informaciones que aseguran que hubo avisos previos, alertando de que la famosa convocatoria del 20 de mayo de 2020 para disfrutar con alcohol “del buen tiempo” podría violar las restricciones.
Sin embargo, Dominic Cummings, el que fuera oscuro asesor del líder “tory” convertido ahora en su peor enemigo, aseguró hoy en su blog que Johnson sabía de las celebraciones y, por lo tanto, ha mentido al Parlamento, razón de peso para forzar su dimisión.
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