Batalla por el Quirinal

Berlusconi renuncia a sus aspiraciones presidenciales

A dos días del inicio de las votaciones parlamentarias, el ex “Cavaliere” reconoce que no cuenta con apoyos suficientes, pero niega su apoyo a Draghi

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No pudo ser. Silvio Berlusconi soñaba con culminar su carrera política siendo presidente de Italia, pero la realidad y los números han devuelto al tres veces primer ministro a la cruda realidad. Tras reunirse este sábado en su residencia de Arcore (Milán) con sus más cercanos colaboradores, el ex “Cavaliere”, de 85 año, asumió que no reúne los apoyos suficientes entre los diputados y senadores que a partir del lunes se reunirán en un cónclave que puede prolongarse indefinidamente hasta elegir al sucesor de Sergio Mattarella, quien, tras siete año como jefe de Estado, ha rechazado seguir en Quirinal.

La renuncia de Berlusconi desbloquea la elección de un jefe de Estado, pero su veto explícito a que el actual primer ministro, Mario Draghi, abandone su cargo para asumir la presidencia de la República complica la elección. Aunque favorito, la salida del ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) del Gobierno podría devolver a Italia a sus acostumbrada inestabilidad política, puesto que la derecha exigiría anticipar las elecciones, previstas para la primavera de 2023.

La derecha, que se había resignado a regañadientes a un Berlusconi que dan por amortizado políticamente, tendrá ahora que presentar a un nuevo aspirante aprovechando que tiene mayoría en ambas cámaras. Este sábado, el líder de la Liga, Matteo Salvini, se limitaba a alabar al magnate: «Una elección decisiva y fundamental, Berlusconi ofrece un gran servicio a Italia y al centro derecha, que ahora tendrá el honor y la responsabilidad de poner sobre la mesa sus propuestas sin vetos de la izquierda».

Desde el Movimiento 5 Estrellas (M5E), primera fuerza de la Cámara de Diputados, Giuseppe Conte considera que «con su retirada [de Berlusconi] demos un paso adelante y emprendamos un debate serio entre fuerzas políticas para ofrecer al país una figura de alto perfil, respetable y ampliamente compartida».

El lunes comienza a las tres de la tarde la sesión conjunta del Parlamento, que reúne a 630 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales, para elegir al presidente por una mayoría de tres quintos en las tres primeras votaciones. A partir de la cuarta, bastará el apoyo de la mitad más uno de los 1.008 parlamentarios.