Así es el yate de Jeff Bezos, el más grande del mundo y cuyo tamaño ha obligado a desmontar el puente De Hef

Situado en el ciudad de Róterdam, el puente Koningshaven -también conocido como De Hef- fue construido en 1878 (su construcción finalizó en 1927) y declarado Monumento Nacional de Países Bajos en el año 2000. Pero el icónico puente tendrá que ser desmontado, y el principal responsable es el magnate Jeff Bezos.

El Ayuntamiento ya ha autorizado las tareas para desmontar este puente, una polémica decisión puesto que prometieron no tocar la construcción tras ser restaurada en el año 2017. No obstante, el paso del yate del fundador de Amazon obliga a que la estructura sufra una nueva “remodelación”.

“El riesgo de daño es mínimo, puede reducirse casi a cero, porque las tareas las hará gente profesional, el riesgo siempre estará ahí, decía Tom Wesselink, el presidente de la Sociedad Histórica de Róterdam, en declaraciones recogidas por la agencia EFE. “No tenemos muchos edificios históricos en Róterdam. Muchos monumentos se perdieron durante la guerra, y este puente nos gusta mucho. Ha sido restaurado hace unos años y se prometió no tocarlo, así que no se entiende que ahora, así como si nada y porque un barco quiera pasar, tengamos que desmantelarlo. Siempre habrá riesgo de que sufra daños”, advierte.

Conocido como Oceanco Y721, ha sido construido por la empresa que le da su nombre. El coste de la embarcación de Bezos superaría los 500 millones de dólares, y cuenta con varias cubiertas y tres enormes mástiles, con una “desorbitada” altura de 40 metros que ha llevado a la compañía a solicitar que se desmonte la estructura central del puente.

En su interior pueden acomodarse hasta 12 pasajeros, una tripulación de 40 personas, y cuenta con varias comodidades como una piscina en cubierta con jacuzzi, una sala de cine o un muelle auxiliar para todo tipo de accesorios acuáticos, como lanchas o motos de agua.

El pasado mes de octubre, el superyate salió del astillero de Zwijndrecht, antes de ser trasladado a Alblasserdam para recibir los ajustes finales. Estaría basado en el barco Black Pearl, de 106 metros y un volumen de 2.864 toneladas y el cual estaba considerado el velero más grande y ecológico del mundo hasta la aparición del Y721.

Jeff Bezos es uno de los hombres más ricos del mundo, con un patrimonio que ronda los 175 mil millones de dólares. Solo Elon Musk tiene un patrimonio superior a él, según la revista Forbes, aunque Bezos lo fue durante más de tres años.

El puente Koningshaven, de estilo industrial, enlaza Noordereiland con el barrio Feijenoord. Su diseño, de 1925, lleva la firma de P. Joosting. Es el primer puente de su tipo en Europa Occidental, y cada una de las dos torres alcanza 60 metros de altura. En 1993, el tráfico ferroviario dejó de pasar por ese puente por los planes de demolerlo, pero la fuerte resistencia de la población de Rotterdam consiguió evitarlo.

La parte móvil del puente se cuelga sobre cables de acero, con contrapeso de dos bloques de hormigón. En principio, las modificaciones, que tardarán semanas, se efectuarán en verano.

El mercado de yates se dispara

El alquiler de barcos se ha instalado como una opción segura y personalizada que empezó a coger fuerza tras la pandemia. En 2021, el número de ventas se duplicó y las unidades que estaban preparadas para 2022 ya fueron vendidas antes del comienzo del nuevo año.

Por el aumento de la demanda, el precio de los yates -y también los superyates- se ha encarecido más. Un incremento que se debió, según BBC, a “un grupo de gente muy rica que quería eludir las restricciones de viaje y confinamientos provocadas por la pandemia”.

Más del 50% de las ventas de superyates se producen en Estados Unidos, de manera que sus dueños pueden navegar por aguas estadounidenses sorteando las restricciones de viajes.

El yate más caro del mundo es el Yacht Island Design: ‘The streets of Monaco’, un megayate de 155 metros de eslora en cuya cubierta se replica el lujo de la pequeña ciudad-estado, con un valor de 800.000 millones de dólares y que cuenta con hotel, casino y hasta un circuito de Fórmula 1, propiedad del magnate ruso y dueño del Chelsea Football Club, Roman Abramovic.