Protestas masivas

París se blinda para evitar otro “convoy de la libertad” como el de Ottawa

Algunas estimaciones calculaban la llegada de unos 1.500 vehículos para emular el ejemplo de Canadá

París era una ciudad con sus accesos blindados este viernes por la noche. Un dispositivo especial de 7.200 agentes vigilará durante este fin de semana que la capital francesa no se siga los pasos de Ottawa, tal y como pretende el movimiento “convoy de la libertad” que se opone a la restricción de libertades por las medidas sanitarias y que el pasado miércoles partía de varias ciudades del país, especialmente algunas del sur como Bayona o Niza, para llegar a la capital durante el fin de semana. Algunas estimaciones hechas por medios franceses calculaban la llegada de unos 1.500 vehículos que, en principio, tendrán las cosas bastante complicadas para emular el ejemplo canadiense.

Ya el jueves la prefectura de Policía había prohibido esta manifestación no declarada advirtiendo que quienes obstaculicen la circulación o bloqueen los accesos de París se exponen a multas de 4.500 e incluso penas de dos años de cárcel además de la inmovilización y el embargo del vehículo, la reducción a la mitad del número máximo de puntos del permiso de conducir y su suspensión por un máximo de tres años.

La situación era de normalidad en los accesos a la capital francesa, a donde tenían previsto llegar durante la noche las diferentes caravanas que componen este movimiento desestructurado que pretendía alcanzar Bruselas en su siguiente etapa. El movimiento se inspira de los camioneros canadienses que bloquean desde hace casi dos semanas el centro de la capital, Ottawa, en protesta contra las medidas anticovid pero, en su versión francesa, cuenta con algunas particularidades propias como la participación de miembros del movimiento de protesta social de los chalecos amarillos que puso contra las cuerdas al presidente Macron a mitad de su mandato.

A dos meses de las elecciones presidenciales en Francia, el portavoz del gobierno, Gabriel Attal, ha reconocido el “hartazgo” de los ciudadanos ante la crisis del covid-19, pero ha matizado que Francia es uno de los países que adoptó “menos medidas restrictivas”. “En Francia, como en el mundo, movimientos políticos, a menudo radicales, han buscado capitalizar este hartazgo”, ha alertado Attal. Algunas figuras opositoras a Macron que concurren en esta campaña electoral, como el izquierdista Jean-Luc Mélenchon o la ultraderechista Marine Le Pen, ya han expresado su simpatía hacia este nuevo movimiento cuya magnitud sigue siendo una incógnita hasta el momento. El presidente Macron en una entrevista al diario Ouest France ha pedido “la máxima calma” a los integrantes del movimiento que lleguen a París este fin de semana.