“Pussy Riot”, el colectivo feminista ruso que no teme a Putin y apoya a Ucrania

El colectivo artístico ruso “Pussy Riot” se convirtió en un fenómeno mundial después de que en 2012 sus integrantes fueran detenidas y encarceladas durante 18 meses por cantar una canción llamada “Holy shit” contra el presidente ruso Vladimir Putin en una Iglesia en Moscú. El grupo pasó a convertirse en un icono feminista y de combate frente a la censura, la violencia y la corrupción. A día de hoy, a través de una subasta de criptomonedas, recaudan dinero para Ucrania ante la guerra iniciada por Rusia.

Nadezhada Tolokónnikova, la activista y fundadora de “Pussy Riot”, ha logrado recaudar de momento unos 6,5 millones de euros en concepto de criptomonedas por medio de una subasta de un NFT de la bandera de Ucrania buscando hacer frente a la invasión rusa, aunque la iniciativa también acepta donaciones directas para el que quiera contribuir. El dinero irá destinado a ayudar a los ciudadanos del país.

“Nuestro objetivo es recaudar fondos para donar a organizaciones civiles ucranianas que ayudan a quienes sufren la guerra que Putin inició en Ucrania”, escribieron el pasado 24 de febrero a través de la cuenta oficial de la agrupación en Twitter.

El dinero recaudado iba a destinarse en un primer momento a “Come Back Alive”, una iniciativa ucraniana sin ánimo de lucro que apoya al ejército del país. Aún así, la organización fue eliminada de la plataforma de micromecenazgo en la que se encontraba, Patreon, después de que alegaran que la financiación militar chocaba con sus bases. Tras ello, acordaron que los beneficios se destinarían únicamente para aportar ayuda médica: “Queremos que todo el mundo que ha aportado dinero se sienta cómodo, y había gente que no quería que se destinase a las armas”.

El motivo por el que han elegido la recaudación a través de criptomonedas en vez de la moneda convencional, según apunta la web de UkaineDAO, se debe a que “hay demasiadas formas en que los fondos tradicionales pueden ser interceptados o detenidos por instituciones tradicionales, gobiernes y otras facciones con la intención de controlar, dañar o, simplemente, cambiar fondos sin transparencia”.

“Os dije hace un año que la blockchain era una herramienta muy útil para el activismo y no me creísteis”, tuiteó “Pussy Riot” respecto al medio digital que ha supuesto un gran apoyo financiero a Ucrania después de que el gobierno anunciara que aceptaba donaciones en criptomonedas.