Arma ilegal
¿Qué son las bombas de fósforo blanco, la sustancia química prohibida que estaría usando Rusia en Ucrania?
Las armas incendiarias han sido empleadas en al menos 16 conflictos, en 13 países de tres continentes, desde 1980
Ucrania ha denunciado este miércoles que el Ejército ruso está disparando munición con fósforo blanco, un elemento totalmente prohibido en las contiendas bélicas desde la Convención de Ginebra al igual que las armas termobáricas, armas que desde Reino Unido aseguran que Rusia está utilizando en Ucrania.
Ya la pasada semana, Oleksi Biloshytsky, jefe de la policía de Popasna, ciudad al oeste de Lugansk, adelantó que las tropas rusas estaban realizando ataques con esta arma química ilegal en su municipio. Explicó que este tipo de bombas “era lo que los nazis llamaban una ‘cebolla ardiente’”.
Las bombas de fósforo blanco son artefactos explosivos compuestos de una aleación de tungsteno, con pequeñas partículas de níquel y cobalto que, al explotar, se desintegra y disemina un polvo que actúa como metralla. Y es que contienen una sustancia química tóxica que se enciende cuando se expone al oxígeno atmosférico a temperaturas superiores a los 30ºC y continúa ardiendo mientras está expuesto al oxígeno, hasta que se agota. La reacción química crea un intenso calor de unos 815ºC y produce tanto luz como un espeso humo químico.
Dichas características hacen que el fósforo blanco sea útil para crear cortinas de humo con el propósito de ocultar los movimientos de las tropas, bloquear los sensores térmicos, marcar y señalizar, proporcionar rastreadores para las municiones y destruir los suministros de combustible y los depósitos de municiones.
Algunas Fuerzas Armadas han utilizado el fósforo blanco específicamente por sus efectos incendiarios, incluso para atacar a personas o material o para “ahumar” a personas protegidas con el fin de matarlas con otras armas.
Quemaduras químicas y daños en los huesos
Se trata de una sustancia que puede causar lesiones graves y dolorosas, como quemaduras químicas, daños en los huesos y la médula ósea, muerte de tejidos o muerte lenta y dolorosa. En el caso de las lesiones, recalcar que se curan lentamente y son propensas a las infecciones.
Si los fragmentos de fósforo blanco permanecen en el cuerpo, el daño podría agravarse. Estas heridas por quemaduras pueden reavivarse cuando se quitan los vendajes y los restos de fósforo blanco se vuelven a exponer al oxígeno. Los médicos también pueden descubrir que las heridas previamente tratadas se han hecho más grandes y profundas.
El fósforo blanco puede entrar en el torrente sanguíneo a través de las heridas y causar fallos en múltiples órganos. Como resultado, las quemaduras en sólo el 10% del cuerpo suelen ser mortales. Durante el largo periodo de tratamiento, las víctimas siguen corriendo el riesgo de morir.
Las armas incendiarias, presentes desde finales del siglo XX
Las armas incendiarias se han utilizado en al menos 16 conflictos, en 13 países de tres continentes, desde 1980. Se encuentran entre el armamento más cruel empleado por los daños importantes que causan a los civiles.
En particular, en 2009, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron aproximadamente 200 municiones de fósforo blanco, principalmente proyectiles de artillería de 155 mm y de mortero de 120 mm, en zonas pobladas de Gaza, matando al menos a 12 civiles e hiriendo a docenas más.
También las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos utilizaron fósforo blanco lanzado desde tierra en 2017 mientras luchaban contra el Estado Islámico tanto en la ciudad del norte de Irak, Mosul, como en la ciudad del norte de Siria, Raqqa.
Los efectos incendiarios accidentales de estas armas pueden ser tan crueles e indiscriminados como los efectos que la Convención de Ginebra intentó reducir limitando el uso del napalm.
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