Testimonio
Soldados rusos abusan sexualmente a una mujer de Ucrania y matan a su marido: “Me violaron mientras mi hijo lloraba aterrorizado”
Las autoridades ucranianas explican que no son casos aislados e instan a que “se haga justicia” ante tales sucesos
Varios militares de Rusia accedieron ilegalmente a la vivienda de Natalya (nombre ficticio) cerca de Brovary, a las afueras de Kiev. Mataron a su marido y después abusaron sexualmente de ella. Estaban borrachos, y tras la violación, se quedaron dormidos, lo que aprovechó la víctima para coger a su hijo Oleskii (también ficticio) y huir campo a través, en medio de toda la guerra que afecta a Ucrania, sobre todo en la capital.
Es el duro relato que la afectada cuenta al diario The Times, desde Ternopil, a orillas del río Seret (más al oeste y cercano a la frontera con Polonia), donde ahora se han refugiado. El suceso ocurrió pocos días después de la invasión rusa a la nación, que tuvo lugar el 24 de febrero.
Natalya explica que vivía en el campo con su marido, su hijo y su perro. Se estaba refugiando de las bombas que caían sobre la capital ucraniana. Pero a tranquilidad en su refugio se rompió y el desasosiego reinó en su pequeña vivienda cuando aparecieron los agresores.
Los agresores mataron al perro, estrellaron su coche y registraron la vivienda. El militar al mando se identificó como Mikhail Romanov y le dijo a ella que si no estuvieran en una guerra “tendrían el romance”. Pero todo quedó ahí, y se marcharon.
No obstante, durante la noche, se encontraba en la sala de calderas de la casa cuando escucharon ruidos. Era de nuevo Romanov, que había irrumpido por segunda vez en la vivienda, en esta ocasión junto a otro joven soldado. Dispararon a su marido y la obligaron a desnudarse,a ojos del menor, que lloraba desconsoladamente tras ver que unos extraños estaban enfrentándose a su madre. Así, estuvieron violando a Natalya durante horas.
“No les importó que mi hijo estuviera llorando en la sala de calderas. Me dijeron que lo callara y volviera. Todo el tiempo sostuvieron el arma junto a mi cabeza y se burlaron de mí, diciendo ‘¿La matamos o la mantenemos con vida?’” explica la víctima al medio.
Después de los abusos, se fueron. Ella acudió a buscar a su hijo, que permanecía inmovilizado y asustado. Pero unos minutos más tarde, entraron por tercera vez y la violaron nuevamente. “En esa última ocasión, estaban tan borrachos que apenas se mantenían en pie. Se quedaron dormidos en las sillas, a lo que aproveché que para regresar a por mi hijo. Le dijo que teníamos que huir muy rápido o nos dispararían”, confiesa la mujer.
Ella y su hijo huyeron campo a través hasta la casa de un vecino, y habían estampado su coche contra un árbol. De allí llegaron a Brovary, donde se reencontró con sus suegros. Estos los mandaron a un pueblo en las afueras de Ternopil, donde ahora sobrevive en compañía de su cuñada, que le animó a acudir a la policía.
Gracias a las redes sociales, consiguieron identificar a Romanov, quien tenía antecedentes por delitos sexuales. Por otro lado, a día de hoy, comenta, ha sido “incapaz” de contarle a su hijo que su padre está muerto.
Oleada de abusos
Maria Mezentseva, miembro de la delegación ucraniana ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, denunció el “horror” de las numerosas violaciones que han tenido lugar durante la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia y aseguró que “se haría justicia”.
La diputada aseguró hace unos días a la cadena Sky News que “hay muchas más víctimas”, relatando otro suceso atroz muy similar al de Natalya, donde militares mataron a un hombre y violaron a su mujer “delante de sus hijos menores de edad”.
Casi 1.100 civiles ucranianos han muerto y 1.754 han resultado heridos como consecuencia de la agresión rusa de Ucrania desde el principio de la invasión, según el último balance actualizado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, publicado este sábado.
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